-
102
de los Apostoles era un signo sensible de la gracia
y
del Espíritu Santo
que se les infundía,
y
que ellos por el soplo de su palabra impre–
gnada del poder del Espíritu de Dio·s habían de participar á los
penitentes, que por las debidas disposiciones se hicieren acreedores
á
la remision de sus pecados. Por el soplo de Dios recibió el primer
hombre en el Eden el alma racional adornada de los dones
y
las
gracias del Espíritu Santo, cual convenía
á
la imágen ele la divini–
dad,
y
por el soplo del Hijo de Dios comunicado por sus Apostoles
á
los fieles en el sacramento de la Penitencia se renueva esa divina
imágen afeada
y
borrada por las inm.undicias del pecado.
Borré
como nube tu iniquidad;
-
soplará mi Espíritu sobre ellos,
y
serán
reengendrados;
y
será renovada la faz de los moradores de la
tierra
(
1).
La copia
y
la viveza de luz que arroja de sí
~1
precitado pasaje
evangelico, .relativo á la remision de los pecados, pa deslumbrado
completamente
á
nuestros hermanos
prolesta~tes;
y
en su
o~ceca
cion
s~
confunden
y
se pierden en un laberinto de anomalías
y
paradojas. Calvino quería que por ese texto se hubiese dado
á
los
Apostoles la potestad de sanar los enfermos; por manera que estas
palabras
d~l
Salvador
-Los peeados serán perdonados
á
los que
Vosotros se los perdonareis;
y
retenidos á los que se los retubiereís;
debían traducirse así: «Las enfermedades corporales serán sanadas
á
Jos que vosotros se las curareis,
y
retenidas á los que se las retu–
biereis.
»
No le gusta
á
nuestro doctor De Sanctis esta version
tan
ingeniosa,
y
se
ensaya
en darle
otra mas plausible;
y
ved aquí en
fiel resumen su produccion.
«
Todos los 'teolegos romanos,
y
el
»
mismo Co'ncílio de Trento, convienen en que las palabras del
>1
cap.
XVI
de San Mateo, reciben su fuerza por las palabras del
»
cap.
xx
de San Juan. En este lugar se realiza una promesa hecha
»
á
San Pedro en aquel. Per(} esta potestad .de atar
y
desatar, de
(f)
Isai., c. 44; et ps. !03.