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el capítulo XVIII del Evangelio de San Mateo desde el versiculo
t
1
hasta el versículo 19;
y
solo medio dormitando pudo leer desde
e~
versículo 21 hasta el fin en que se habla del reciproco perdon á las
reciprocas ofensas. Es por esto que en la escuela de su neo-magne–
tismo protestante estas palabras de Jesucristo :
Todo lo que·atáreis
sobre la tierra, será tambien atado en el cielo,
deben interpretarse
así :
«
Todo lo que hiciereis á vuestros ofensores en la tierra, será
»
aprobado en el cielo;
»
y
estas otras : -
y
todo lo que desatáreis
sobre la tierra, desatado será tambien en el cielo,
deben traducirse en
esta forma :
«
Y las ofensas que perdonareis
á
vuestros enemigos en
»
la tierra, serán tambien perdonadas en el cielo.
»
Por lo tanto,
en la teología protestante es igualmente evangelico
asesinar 6 per–
donar á nuestros enemigos : todo quedará aprobado en el cielo!!1
.
Profundizado en el mismo sonambulismo nuestro célebre profe–
sor dá á sus discípulos admirables lecciones sobre la inteligencia
de la sagrada Biblia. Le presentan estos el santo Evangelio,
y
le
dicen : :Mirad, señor') leed en este capitulo xvi del Evangelio de
San Mateo : ¿que significan estas magníficas promesas que aquí
hace Jesucristo
á
San Pedro,
y
á su cátedra imperecedera
?.~ADA,
contesta :
Yo no veo nada.
-
No os chanceis con nosotros, le re–
plican, fijad atentamente vuestra consideracion en estas grandes
palabras, desde el versículo 13 hasta el 20') en que á Pedro se le
designa por fundamento sobre el que se ha de
edificar.laIglesia de
Cristo,
y
se le ofrecen las llaves de este reino, con una plenitud d.e
potestad de atar
y
desatar que no tiene limites, quedando en el cielo
desatado todo lo que Pedro desatare en la tierra. ¿Estará en ella
comprendida la potestad de perdonar pecados delante .de Dios'?
¿Qué es lo que se le promete por tan expresivas palabras?
NADA,
responde :
Yo no veo nada. Este es el arsenal de las
INVENCIONES
DE LA IGLESIA ROMANA (
1). - Por Dios, señor Doctor, le interpe-
(1)
Ensayo,
pag. 23.
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