Previous Page  103 / 392 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 103 / 392 Next Page
Page Background

-

93

dia carecer de jueces

y

tribunales análogos; no podia estar desti·

tuido de la autoridad necesaria para castigar las transgresiones de

sus leyes fundamentales?

y

los preceptos de la moral en el fuero ex–

terior; ni ser privada de l.a potestad de perdonar las culpas, tran–

quilizat.:-las conciencias y dirigir las almas en el fuero interior. Así

lo demandaba el plan divino, así lo reclamaba el sistema de Reli–

gion desarrollado;

y

así perfectamente se realizá m.edian te la insti–

tucion de la jerarquía eclesiastica,

y

del santo sacramento de la

Penitencia.

.

El Redentor del mundo babia emitido este último pensamiento

desde muy temprano. Apenas llamaba á su secuela á sus primeros

discípulos, les revelaba los designios de su providencia

y

los pre–

conizaba para ministyos de esta admirable institucion.

Venid en

pos de m·í : Yo haré que vosotros seais constituidos

PESCADORES DE

HOMBREs (1). No todos eran llamados

á

tan alto ministerio : los

Evangelistas refieren la eleccion de los destinados en esta forma :

«

Aconteció en aquellos dias, que Jesus subió al monte para hacer

>>

oracion, y llamó á sí á los que él quiso :

y

vinieron á él : y pasó

»

la noche orando á Dios;

y

cuando fué de dia ? llamó á sus dis–

»

cípulos,

y

EscoGió DOCE de ellos, á los cuales dió el nombre de

»

Apostoles,

y

les dió potestad sobre los espíritus inmundos, para

»

lanzarlos,

y

para sanar toda dolencia')

y

toda enfermedad. Aes–

»

tos doce envió Jesus mandándoles y diciéndoles : Id,

y

predicad,

»

diciendo : Haced penitencia, porque se ha acercado el reino de

»

los cielos. Y habiendo salido iban de pueblo en púeblo predi–

»

cando el Evangelio,

y

que hiciesen penitencia : y lanzaban

»

muchos demonios,

y

ungían con oleo

á

muchos enfermos, y sa–

»

naban (2).

»

La predicacion

y

la penitencia, de que aquí se

habla, eran una preparacion para la re_cepcion del sacramento

del Bautismo, que solo Jesucristo

y

los Apostoles administra-

(i)

Matth., c.

IV,

v. 1.9. -

(2) Matth. c.

x~

v. 1., et c.

IV,

v.

1.7~

Marc., c. m.

v. 13, etc.

VI,

v. 7, i2 et 13; Luc., c.

IV,

v. 12, 13, etc.

IX,

v. i, 2 et 6.