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'Secreto de su corazon mas que el distinguirse? Con tal que se so–
brepong1i al vulgo ú ofusque el brillo de su
concurrentes, no
necesita mas: lo que importa es pensar de diversa manera que
los dem'1s. "(Emilio t. 3.) El error separa, corta, corrompe,
.disuelve, no enseña, no liga, no anima, no vivifica: es un mal
·-que m'.1ta, que s0foca; es la barbarie reducida
á
sistema; es un
eepulcro blanquead0; es la muerte de la sociedad
y
el rival de
'toda enseñanza.
Gerardo.-Amigo,
he leido las dos cartas que desde Berlin
-dirigió el Sr. Donoso Córtés al conde de Montalembert;
y
pare–
.ce que U. eree como el marqués de Valdegamas que la civiliza–
cion filosófica contieµe el mal sin mezcla alguna de bien.
Eliseo.-Yo
solo creo que no puede haber verdadera civiliza–
-con sin doctrina, sin verdad, sin bien; co11ozco que puede exis–
tir una civilizacion falsa con apariencias de verdadera, pero ja–
más existirá una civilizacion completa con el mal absoluto, es–
to es., nn sistema omnímodamente malo sin mezcla alguna de
bien; por que entónces, como nota el Vicario de Estepa, ni
Volta.ire hubiera hecho confesiones, siquiera fu esen hipócritas,
ni Ro
1
1sscau hubiera ensalzado el Evangelio
y
á
Jesucristo, ni
D. Holbach hubiera seduciclo con su
Ivlora.l universal,
ni en fin,
el mal habria logrado sorprender la familia
y
la sociedad, co–
mo lo hizo
y
aun lo hace vistiendo el traje del bien, bajo mil
formas humanitarias, económicas, de salud pública, de adelan ·
tos
y
civilizacion, en una palabra, se propina el veneno letal
hajo el especioso nombre ele remedio eficáz, empero ¿el tósigo
deja de serlo porque qe halla encerrado en pomitos de oro?
Gerarclo.-Yo
convengo con todo esto, pero no dejo de
leer
tales libros; pues prescindo del mal que tienen
y
solo aprovecho
lo
bueno.
Eliseo.-Teneis
la fatal curiosidad de buscar en esos libros
:n.lguna peque1'i.a rMaga ele ingenio, semejante
á
esos pordioseros
-que remueven todos las inmundicias de un basurero, para ver si
por casualidad ha ca.ido entre ella:> algun cuartillo; ó parecido
-á
una gallina que escarba un esterquilineo buscando un
~rano
de trigo, y perdone la comparacion en gracia de la exactitud.
Gnil1ermo.-Amirro,
¿crees acaso que es inocente la lectura
de novelas
y
de libros qae por medio de tiernas
y
apasion;i,das
narraciones
é
intrigas de amor, introducen la molicie en el co–
razon? ¿ignoras por ventura las funestas consecuencias de una
mala lectnm? Aquí tengo el extracto de una carta de un pacha
dirigida á un amigo suyo el
12
de febrero de
1802.
Dice así:
"Perdone U. mi querido a.migo, que haya diferido el eont star
á
SU
carta de U....Un
SUC"SO
e pant.oso roe
ha
sumido en
la