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mismo sentenciára-omni
!tono·re ac dignitate privatam
á
Domino oslendimus.
·~E l
derecho de lGs Papas para deponer
á
los reyes, por
moti.vode religion, es un dogma d e fé," h a
escrito el padre S uarez. Digan nuestros propios aclversa–
l'ÍOs, si la leccion que al oir las palabras de los Papas, reci–
bían las naciones para fundar el derecho de destronar á los
1·eyes, no se habría grabado mas en sus ánimos, que la sel)–
tencia de Suarez, ó la decretal que así dijera-"quien no
creyese que el Papa puede destronar al Emperador, quede
eXCfJllllllgado.
10
VII .
Cuando los curialistas exij en que prestemos fir –
me ascenso
á
las bulas dogmáticas d e los Romanos PontÍ·–
fices, suponen como cierta é
indubitable.lainfalibilidad pon–
tificia en tales bulas. P01;que así como no puede exijirse
obediencia ele ninguno, si ele antemano no consta que se tie–
ne derecho á ella; de
ig ual1nanera,
para
11Utn,da·r
alg uien que
creamos .lo que nos enseña, es indispensable que presuponga
su infalibilidad, única rnon en que puede fundarse ese de–
recho. Luego pasando de los curialistas
á
los Papas, cuan–
do estós ordenan
á
los fi eles, que
c1·ean
lo que les dicen en
sus bulas dogmáticas, les enseñan como verdad prévia su in–
falibilidad, sin la cual carecerían de sentido el mandami entG
y
la obediencia.
Y
pues se creen infalibles por haber reci–
bido, en su concepto, esta
p~erogativa·
de Jesucristo, ense–
ñan ello;;, que por derech o uivino son infa libles, a unque fa–
llando, digámoslo d e paso, en su propia causa ..
VIII. E l
Ooncilio 3. e de Constantinopla, que es el
6. e ecuménico, leyó y consideró las epístolas· del1nctriarca
Sergio y del Papa Honorio, y las condenó como contrarias á
los dogmas apostólicos, y.
á
las definiciones de los Concilios
y
P a_d:J·es, por seguir las falsas doctrinas de los monotelitas.
Fulminó particulaqnente anatema contra Honorio, á·ca asa
de que en sus escritos siguió en todo la mente de Sergio,
y
contirmó sus dogmas impíos." Otra epí•stola del Papa fué
echada al fuego, con otros escritos que se leyeron; y se les
daba esta pena, por ser profanos y perniciosos. Los pasaj es
son hal'to.claros, pm:a que tengan necesidad ele explicacion,
JX.
Bonifacio
VIII
ha declarado como verdad nece–
sat:i'J. para salvarse, que toda
humana c1·iatzt1'Ct
es tá suj eta al
Ro¡¡}ano
Pontífice-sztbesse
R.
Pontijici omnem lnt?nanam
creatm:am, decta.,.amus omninó esse de necessitate salutis.