Table of Contents Table of Contents
Previous Page  79 / 438 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 79 / 438 Next Page
Page Background

-71-

e l que pecase con muchas"-tutius

est wutm tamquam uxo–

rem !wúere, quam cum·multis pecca.·e.

Los teólog os ense–

ñan corrientemente, que la impotencia

superven·iente

no di–

rime el matrimonio.

IV. E n la 'decretal d el Papa Celestino III, leemos así–

" un marido negó

á

Jesucri sto, por odio á su esposa,

y

se ca–

so con una pagan a, de la que tuvo hijos: la esposa cristiana

se ca só tambien por licencia de su arcediano con un se–

g undo marido. · N o nos pa rece, que si el primer marido vuel–

ve á la unidad de la I g lesia, deba apartarse la mugCI: del

segundo para volver a l primero, especialmente cuando se

hubo apartado. d e él por juicio de la I glesia." La glosa re –

prueba esta doc'trin a d e Celestino-malé

dixit Celestinus;

y cuando Inocencio III dijo cató licamente, que el matrimo–

nio no se úisolvia por causa ele herejía, r ecordó, que uno d e

sus predecesores habia pensado de otro modo. Erró pues

Celestino en materia tan grave.

V. Consulta do el P apa Inocencia Ill, sobre si seria

vá lido un matrimonio en que el hombre aseguraba, que no

tuvo ánimo d e casarse, r espondió así-"supuesto que el

hombre no tuvo <Ín imo de recibit· por es posa

á

la.mujer, no

d ebe haber matrimonio; pues falta la sustancia

y

la fo rma

de dicho co ntrato"-non

debet ex iltofacto c01¡jugium judi –

ca¡•Í, cmn in eo nec substa.ntia conjugalis cont>·actt•s, necfO?·–

ma cont1·ahendi conjugium ·valeat inveniri.

N uestros lecto–

r es no han podido ménos de espa ntm;se de semejante deci–

sion, que atraería consecuencias horribl·es contra la inocen–

cia, y á favor del malvad o, que repot·taría vent'ajade su-frau–

de, aunque mintié ndose

á

sí mismo.

.

VI. Contamos entre las definiciones erróneas d e Ro–

manos Pontífices, •us epístola s decretales ó mandatos de

destrot1amiento, que partían de un principio, que reputaban

por dogmático, óde que les competía tal derecho por dispo–

sícion d ivina. Cuando los Papas destronaba n

á

los Prínci–

pes, tenian conciencia d e su poder

interp,·etctndo las santas

escrituras,

y

empleando las llaves que Jes ucristo dió

á

San

Pedro para atar

y

d esatar: no hablaba.n con trepidacion, si–

no decid idamente, d es tronand o, absolvien do

á

los súbditos

del juramento d e fid elidad que hi cieran á sus soberanos,

OJ:.–

denando la desobediencia, si no querían renunciar a l cris–

tianismo,

y

sentenciando

á

nombre de Dios, como si . Dios