-335-
su"
medios contra una murpacion que les tocaba ó los ame–
nazaba, jamás la Santa Sede ha bría dominado. -los tronos;
pero que el defecto de comunicacion entre los es tados, la
ig norancia de unos, y Ja.clebj]idad ele otros, hicieron imposi–
ble todo acuerdo entre si." Un derecho público no h abría
dado lugar á semej ante observacion. Añadase, que me ngua
h abría sido de las Naciones y de sus Go biernos e]e,·ar á
derecho público su degradacion,
a
semejanza del bárbaro
de recho de conquista , que en nuestro caso seria la copquis–
ta del error sobre los pueblos.
Digamos mas bien, q ue G regario VII supo aprovech"a rse
de la relijiosa timidez de los ánimos ant,e la palabra Papa; de
los disturbios del imperio; y de la devocion sincera ó simu–
lada á la Sa nta Sede, para salir ele las teorías de la Curia,
apurar sus doctrinas, y acreditar que era posible destronar
á un Empe1·ador, no en virtud de un derecho público, sino
con la autorid ad de D ios Omn ipotente,
y
del bienaventura–
do Pedr o. E l mundo q·uedó pasmado de tan atrevido g9i–
pe; los enemigos de E nriq ue recibieron bien el &poyo que
les prestaba un Papa, sin advertir el funesto prineipio que
qued aba proclamado; los políticos que reprobáran el pro–
cedimiento del Pontífice, eran condenados anticipadamente;
y los sencillos fiel es se veían para adel&nte obligados,
á
res–
petar sumisos iguales acontecimientos, cuantas veces el bi en–
aventurado Pedro destronase Reyes. Pero todo esto será
el triunfo de un .enor en los tiempos de ig norancia; error
tra scendental, y de ind efinida
y
escand alosa aplica.cion; mas
n un ca j amás
derecho publico.
11.
Los sucesm·es de G•·egorio VII comprendie•·on su idea,
N uestros lectores han visto, <mal el"a el" título que creía
tener G regario VII para fund ar su sistema de destrona–
nuenlo, dejando á sus sucesores la leccion
y
el ejemplo. Es·
tos comprendieron su id éa,
y
supieron cual era su razon,
que les dej o en compendio-quien
puede lo espi·ritual,puede
lo temporal.
Cuando Inocencia III ordenó
á
F eli pe Augus–
to, reí de
F1·ancia,
que hiciera paz,
ó
treguas con el reí de
Inglaterra, tomaba sus razones del
m·mm·io del Espí1·itu
S anto.
Inocencia l V decía asi contra el Emperad or Fede–
rico H -"como hacemos las veces de
J.
C. que eu la
perso~