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--34-l-

un A rz@bispo nombrad o sin consentimiento suyo; pro,·oca

al Rei de Francia

á

qu e le declare guerra, y en su auxilio

le vanta una cruzada en remision d e los pecad os. ¿Quien asi

procedía, consultaba la tranquilid a d de la Inglaterra? Ino–

cencio

IV

humilló, depuso, y mortificó de muchos modos

á

Federico

U

y escitó

á

los sicilianos

á

que se levan ta se n con–

tra

é l.

¿Quien tales cosas hacia, era pacificador ele las Na–

ciones? Papas fomentaban

la liga

en Francia con'tra Enri–

que

IV;

¿de

Papas que obraron asi, podia decirse, que los

pueblos .les fueron dendores d e su tra nquilidad • :i'I'Iucho mas

se encuen tra en la historia.

Hagamos mencion de las cruzadas, que los <.l e la Curia

alegan en recomendacion d el influjo d e los Romanos Pontí–

fices. E ntre los buenos efectos que siguieron á las cruzadas

numeran los escritores filosofos-la mejora en las costum–

bres, la civilizacion, e l comercio, la libertatl, las municipali–

dades, el progreso do las artes, y la aclqu isicion de precio–

sos manuscritos; pero obserYan igualmente, que. tales bie-–

nes no fueron int-entados, no estuvieron en la prevision d e

sus promovedores

!,@S

Papas. :i'11ientras tanto, llenos los Pa–

pas de fervoroso espiritCI , y creyendo hacer una ob1·a buena

y

grande, dieron una id éa equivocada <.l e

la

~levocion

cristia–

na, para que los fieles fuenm á recibir el perdon de los pe–

cados en la Palestina; para que los sobera nos abandonáran

sus obligaciones. d e cuyo cumplimiento los dispensaba el

Papa; para que desde e ntonces se inti'Odujera la injus ta y

absurda doctrin a, de que era sagrada la guerra contra in–

fie les, y la ud able y santo arroj ar de sus tronos á los reyes

infieles; pa1:a que se perdieran cinco millones de hombres en

las cruzadas; para que se acrecentára el poder de la Corte

d e Roma;

y

para que clominára la pasion de las armas, y el

menosprecio d e los trabajos p&cificos. Todos estos males

eran resultad os natmal es <.le las cruzadas .

¿Y

quieues las

promo vieron, serian pacifi cadores, se rian acreedores a la

gratitu<.l?

16.

Equivocaciones del Sr. Lista.

D igamos a lgo a vista el e la historia compuesta por el con–

d e ele Segur, que ha traducido el Sr. Lista, litentto español,

com etiendo la deslealtad de correj ir el texto del &utor, p ara.

traerle

5

su propó sito de recomendar el poder político de