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raron feucl atarios de la Sa nta Sede, hnc ie nd ole homenaj e
d e sus estados." C itan en su apoyo much as ca rtas ele G re–
gorio V II q ue supon en
~u
d erec ho sobre va ríos
reino~;
y di–
cen que, aunque los títulos no se h ayan conservad o, fu e t·on
conocidos en tiempo ele ese Pap a; p ues no es creíble, que los
hubiese in voca do con tanta con fian za, sin o hubiesen sido
mira dos como i ncontestables." Pe ro nuestros lectores están
acostumbra d os á oír, que la Cu ria Romana llama derechos
los comedimientos d e los' ¡)rin cipes, ó los acto s de una d evo–
cion ciega, ó ambiciosah1e nt e p iad osa. G regorio V II, mu–
cho menos que otr os P ontífices, tiene der ech o á la confian–
za en s us pr etensiones. B asta observa r con e l sei'íor Bos–
suet, q ue ese Pap a " buscaba p or to das partes auxilios hu –
man os, con qn e sostener la nueva potestad sobre las cosas
temporales, esforzándose en suj e tar los reinos, y probar
que en p ropieda d pertenecían
á
la Iglesia Roma; y que ha·
blando de F rancia , se refería
ú
u na costumbre a ntig ua d es–
de el E mperador Carl os, de pagar a nualmen te po r cada casa
una pequeiía ca ntidad; lo q ue no se e ncue ntr a en libro al·
g un o, ó en momimentos p ú blicos ó par ticu lares, y G regorio
V II se d ej ó en'gai'ía r de los q ue h abían forj ado aquella hi s–
toria."
I;a misma obser vacion
p ued~
apli carse proporcion almen–
te á otros reinos de Eu rop a, sobre que nuestro Papa a lega ba
d er echo, bast ánclole ver un censo estab lecido e n este ó
aquel, para saca r por consecuencia, que esos r einos e ra n
propieda d d e la Sa nta Sede. P ero feudos y censos, que es–
presa ban mas bie n la devocion que el vasa llaj e,
ó
que se
fundaban en títul os qu e no existían,
y
qu e tal vez se s upo–
nían a u tentic-os en é pocas, en que sobrea bund aba n las pi e–
zas apócrif,ts
á
favo r el e la autoridad del B.omano Pontífice, '
y
en incremento de sus domin ios tempora les; censos que se
ofrecía n y pagaban en raptos de pie dad po r unos príncipes,
de lo que se avergonzab"n despues sus suceso res, no son
ciertamente testin.10nios d ig nos d e tt·a erse en prueba , del
derec!to :público
el e las naci ones cató licas el e
Emo p~ ,
en re–
CDnocimiento del poder de l P a pa sobre las coronas.