DISERTACION IX.
JitAXIM AS Y MEDIOS QUE
E~I PLEA
LA CURIA
!toMA N A
PARA
SOSTENER SUS PRETENSIONES.-
l.
Las máximas
y
medios de la Curict no son las del
Evangelio.
Cuando los hombres se proponen algu n sistema de disci–
plina para llegar á un objeto, empie?.an senta ndo ba ses que
les sirvan de regla,
y
proporcionándose medios d e acciot1
con que puedan conducirse
y
obrar;
y
la
na turaleza de las
reglas
y
d e los medios sirven .para caracterizar el sistema
p ropuesto,
y
juzgarlo digno de ala banza ó vituperio. Nad-ie
que lea en el Evangelio la; máximas enseñadas por J esucris–
to
y
los medios que señaló á sus discípulos· para conducirse
en su percgrinacion sobre la
tierra, dej ará de admirar
y
adorat· la profunda sabiduría de quien acomodaba los me–
dios al fin espiritual que se propuso en el establecimiento
de su Iglesia. Mas por desg r•cia de esta, a l lad o de las
máximas del Evangelio se han proferido palabras de h om–
bres interesados, que se empeñan en confund irlas con las
prime1>as, para seducir en provecho suyo
ft
los incautos.
Po~