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po, que la Qonquisla daba derecho para manaar, nad ie dijo
ni dirá jamas, que el
fraude
puede dar derecho, ni servir
de título en ning una clase d e materias. Desfi g urad vuestro
argumento, é invocad,. como lo habeis hecho, la
cosiumbre,
la
prescripcion¡
y
no hareis mas que repetir lo que
ya
está
refutado.
¿Dirán que los obispos han cedido sus d erechos
, en favor de l Romano Pontífice, para el mejor órden de la
Iglesia? Tambien esto lo h emos consid erado, distinguiendo
los casos, en que el error vició la voluntad,
y
aq uellos en
que los obispos no son dueños de ceder, lo que no se les hu–
bo dado para provecho propio. Vergüenza d ii decirlo: to–
dos confiesan la fa lsedad de las decretales de Isidoro;
y
sin
embargo,
$U i1nperio
prosigue. como si estu \·iera levantado
sobre
la
verdad.
25.
La Curia Romana es de Isidoro en el fondo de
Sil
co?·a~:on.
Isidoro llenó su objeto,
y
es el verdadero fundador
y
gran
patrono de l& Curia Romana, que á merced del tiempo,
y
de los adelantamientos
y
mejoras que ha hecho sobre la ba–
se de esas decretal es, ha compuesto un sistema q 11e todo lo
abarca,
y
que se equivoca con la omnipotencia. U u sistema
concedido
y
dado
á
luz en las tinieblas, 'Para fecundarse en
otros siglos ele tinieblas, aparecerá con una consistencia que
prometa siglos;
y
siglos ha durado,
y
mucho mas continua–
ría, si por fortuna de la human id ad, el saludable espíritu
de investigacion no hubiese esparcido lu z pa ra disipar esas
tinieblas.
Sean sinceros lns de la Curia,
y
•·econociendo en las de–
cretales d e Isidoro el oríjen de su inmenso pode r, digan mas
bien, que no son apócrifas, sino documentos antiguos que
los her ej es empezaron á negar.
¿No se encuentra en el
índice espurgatorio la obra de Blondel, en que d emostraba
la falsedad de las decretales de Isidoro? ¿No se ha tildado
la proposicion, en que N ata! Alejandro proba ba, que esas
decretales eran apócrifas?
E sto se llama proceder con in ·
jenuidad
y
lójica, asi como apellida •·
á
Isid oro
Fiel piadoso.
"Insigne piedad, dice un escri tor, echa r portien-a los es·
tatutos de los primeros Concilios, abol ir el derecho antiguo,
poner los fund amentos de una dominacion monárquica en