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ver si eran negligentes eu el desempeño de sus fu uciones,
y
entre ellas el diligente celo por el bien de otras Ig lesias,
y
la conservacion del depósito, que á todos fué confiado por
Jesucristo. E l citado Concilio de Capua encargó al ouispo
de Tesalónica,'y á otros dela :Macedouia el juicio del obispo
Bonoso. Los comision'\dos escribieron sobre el particular
al Papa Siricio, para que este dij ese su sentencia; á lo cual
se escusó, por que "no le tocaba juzgar, pues el Concilio
<le Capua había hecho j ueces á los de iUacedonia." Recon–
viniendo alguna vez el P apa Simplicio al Pa triarca Aca–
cio, le decía entre otras cosas, que "debía acreditar que
era siervo fiel de los talentos que el Señor le había entre–
gado, trabajando
no solo
por la Iglesia que presidia, sino .
tambien
en todas
por la unidad católica
y
las definiciones
de los Padres." Hasta el fabricador de fal sas_d e decretales
tuvo respeto á este ofi cio comun de los obispos,
y
en la que
imputó al Papa E leuterio, confesaba que Jesucristo '" había
encomend ado
á
los obispos el cuidado de la Iglesia, para
que trabajasen por todas,
y
auxiliasen á todas." Sirvan los
testimonios aduci dos para convencer, que en la l g lesia ·cris–
tiana no h abía monarca;
y
que el Primado estaba mui dis–
tante de arrogarse títulos, que de alg un modo ecli psáran la
autoridad de sus hermanos. Otro será el lugar donde nos
contraigamos á examinar las explicaciones
y
sutilezas d e
los escritores de la C1.1 ria.
18.
Notables pasajes de S. Gregario Magno.
Es mui notable la conducta de este Sauto I'apa. C uando
J uan Patriarca de Constantinopla quiso toma r el título de
O bispo universal, el Santo Pontífice le 1·eprobó semejante
procedimiento-, inanifestándole, que "con él despreciaba á
sus hermanos,
y
era reputarse por el único Obispo: que
con tan temeraria pretension perturbaba la paz de la fgle–
sia,
y
se desmentía
la gracia que Dios derrmnaba so–
bre todos." A l mismo propósito escribió á los P atri arcas
de A lejandría
y
de A ntioquía, encargándoles, que
"á
na–
d ie diesen ese título, para no pe•:judicar"e á sí propios,
dando á otro un honor indebido. " E n una epístola al Pa–
triarca de A lejandría, le dijo así-"Y o "é quien soi,
y
quie–
nes sois vosotros: por
ell~gar
sois mis hermanos,
y
en
la~