-ISZ-
~8.
A1t1m·idad de los concilios nacionales en la Iglesia
A.frícana.
Para conocer las facultades de los concilios de que ha–
blamos,
y
formar de ellos una ventajosa idea, recorramos en
la historia de la Iglesia los principales que se hubiesen ce–
lebrado;
y
ahí verán nuestros lectores, cuan grand e ha sido
en otros tiempos el poder que lo s obispos ejercieron en los
concilios de sus naciones,
y
de que ahora apenas ha queda–
do el recuerdo.
Empecemos por la ilustre · Iglesia de A frica. Los tres
primeros concilios de Cartago dictaron dtnones reglando la
conducta de los eclesiásticos,
y
de los mismos obispos, im–
pidiendo las traslaciones, los matrimonios de los clérigos
con infieles, fuera de otras disposiciones graves é impor–
tantes. E l cuarto de la misma ciudad,
y
que en· las actas
se llama
universal,
formó 104· cánones, en que habla de ]a .
consagracion de los obispos, de la ordenacion de los pres–
bíteros,
y
min istros, de la bendicion de los esposos, del tra–
to modesto de los obispos, á quienes prohibió la tuicion de
los testamentos,
y
litigar por cosas sec ulares. E l M ilevita–
no segundo al que en la prefacion se le dá el nombre de
uni–
versal,
dictó cánones contra los pelajianos,
y
en apoyo de la
doctrina de la gracia, hasta sellar su cánon con anatema.
P revino tambien, que no se dijesen oraciones ó misas que
no fuerana probadas en S ínodo. Comparen nuestros lecto–
res la conducta de estos concilios con la que guardaría la
Curia Romana, si llegase á saber, que fuera de las sagra–
das congregaciones se atreviese algun Concilio, á dictar cá–
nones parecidos en materias relativas
á
los sagrados 1ritos,
los sacramentos,
y
la vida de los clérigos, que solo depen–
den de la autol'Ídad del Sumo Pontífice, como lo ha dicho
Benedicto X IV.
Q9. Notable conducta de los Obispos Africanos en la causá
de Apiario.
R ecuerden nuestros lectores lo que dijimos en
b
diser–
tacion del Romano Pontífice, cuando el Papa Zosimo ale–
gaba los cánones N icenos
á
propósito J e apelaciones á
Sll