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tantinopla hubo circunstancias que no perjudican
á
su de•
I'echo.
3,5.
Los Obispos son Jueces en los Concilios ecuménicos,
po·i· c01¡j'esion de Belannino.·
Véamos ahora cual es la representacion que conviene
á
los obispos en un Concilio jeneraL ¿Son consultores del Pa–
j)a, como el colegio de Cardenales en mayor escala? La Cu–
ria misma nos ahorra el t1·abajo de probar, que los obispos
tienen sufragio definitiYo, y son juecés en los concilios ecu–
mé nicos. Baste decir, que el Cardenal Belarmino sostiene
la dignidad de los obispos en un capítulo destinado
á
pro–
bar, que " los obispos
no
son consejeros sino jueces" en estos
concilios. Adm itimos de buena gana esta confesion, d <¡
que haremos uso oportunamente despues de probarla,,y pa–
semos
á
hablar de los presbíteros.
36.
De•·eclw de los Presbite1·os en estos Concilios.-
N o poco hemos dicho anteriormente sobre la representa–
cien de los prcsbítéros en concilios de Obispos. Baste re–
cordar que el Conci lio de Jerusalen, cuya conmemoracion·
será siempre oportuna, fue compuesto de apóstoles
y
pres–
bíteros:
á
unos y otros se hizo la consulta del p'unto en cues–
tion: unos y otros lo examinaron: unos y otros decidieron,
y
tomaron la resolucion-placuit
nobis coltectis in unum ..... .
visum est Spi·ritui Sancto et nobis;
y de unos
y
otros eran
los preceptos que se intimaban
á
los'
fieles - p•·mcepta apos–
tolorurn et seniorutn.
A
vista de lenguaje tan terminante
y
espresivo, digan nuestros lectores, si es racional y fundada
la esplicacion que hace
Ja
Curia diciendo, que los apóstoles
concunierou corno jueces, y los presbíteros como consulto–
res. Pero si
semeja~1te
distincion es del todo a1·bitraria,
lo que hicieron los presbíteros en el Concilio de
J~rusalen,
á
presencia de los apóstoles y con ellos, pueden hacerlo·
tambien en los d emas concilios,
á
presencia de los obispoS;·
y
con ellos.