Table of Contents Table of Contents
Previous Page  184 / 438 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 184 / 438 Next Page
Page Background

-

17G-

noticia del Arzobispo. Alegaron al caso los cánones que

la

prohibían,

y

lo que en defensa de estos dejaron escrito los

Papas L eon

y

Celestino.

Y ¿qui én mejor que los obispos de la provincia podían

entender en esta materia? "Era mas razonable, dice el pia–

doso F leuri, dej ar á los obispos d el pais el conocimiento de

los lugares que tuviesen necesiilad de nuevos obispos,

y

escojer los sujetos aptos, que no <l ejar el asunto al Papa,

que por retirado no podía instruirse bien en el particular

poi·q ue nombrar comisarios

y

h acer informaciones, no vale:

tanto como la inspeccion ocular,

y

e l conocimiento propio.

A si cuando S. Agustín hizo erijir la nueva Sede de Fusala,

no se dirijió á Roma, sino al Primado de N umidia: San R e–

mijio no ocunió al Papa, para erijil· el obispado ele Lean."

20.-3.

e

·lilstítucton de los Obispos.

En la disertacion de Concorchtos hemos hablado lar–

gamente de esta materia,

y

dicho ahí, que el Concilio de

N icea encontró

y

ratificó la costumbre, de que lo obispns

fuesen confirmados

y

consagrado

poT e l me tropolitano y

sus sufraganeos: que el Concilio Antioqueno siguió las hue–

llas del de N icea, asi como el de Laodica, e l general de

Constantinopla, el general de Calcedonia,

y

otros muchos:

que los Romanos Pontífices

cual mas se empeñaron en

protejer los cánones a l caso: <1ue los propios fabricadores de

fa lsas clecretales, no se atrevieron á adulterar esta parte ele

la di sciplina;

y

qttc en las clecretales de Gregario IX

y

en

e l sexto de Bonifacio VIII hai capíwlos expresos, donde se

supone

y

reconoce el derecho del metropolitano.

521.-4·.

e

Admitir las ,·enuncias de lo:,

Obiopo~.

Dice Tomasin , que fué uso laudable de los obispos no

separarse de sus Ig lesias, sino con el consentimiento del cle–

ro, del pueblo, del metropolitano y d,el príncipe; asi como

h abían necesi tado su autoridad ó consentimiento, para llegar

á ser ol:íispos: que si a lgunos proced ieron fuera de estas re–

glas, debe escnsarse su líjereza, ó condenarse su

temeri–

dad , ó admirarse la abundancia el e su caridad, que los lle–

vaba mas allá ele las leyes comunes de la disciplina: que