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lio, si no hubiesen creitlo, que J esucristo,
y
por consig uien –
te, su autoridad, babia d e estar en medio ele ellos.
De pa 1·te de
la
Cmia sobresa lió el P. Lain ez, ge neral de
los j esuitas, quien dij o así-La potestad de jurisdiccion vie–
ne próximan1ente
de D ios
in gene·re,
á
sa ber,
en
alg unos,
co–
mo Pedro
y
sus sucesores,
y
aun en todos los apóstoles po•·
privilegio; pero en los clemas Obispos viene próximamente
del Papa -La I glesia ha nacido en la servidumbre, sin li–
bertad ·ni poder-Asi como cuando Jesucristo gobernó
la
Iglesia, no podia d ecirse, que a lguno tuviese jmisdiccion,
debia ser lo mismo en adelante;
y
como las funciones de
Pe<lro habían d e pasar
á
sus sucesores, el Papa es un ver–
d adero monarca absoluto.-Si
ia
in stitucion de los Obispos
fuera de derecho divino, se destruiría la j erarquía, se intro–
duciría la anarquía,
y
se incurriría en una contradiccion, re–
conoci éndose a l Papa por Jefe d e
la
I g lesia ,
y
su go bidno
por moná rquic o-'--Cuando los apóstoles recibieron el poder
d e atar
y
desatar, fué la potestad de órden, mas no la de
j urisd iccion esteri or, ó lo mas en p romesa, para cuando ha –
bía d e comunicárseles por su futmo Jefe-Los Obispos no
son en todo suceso res d e los apó stoles," sino en la potestad
d e consagrar; pero el Papa ha sucedido
á
San Ped ro en su
potestad íntegra-El Concilio no tiene su autoridad deJe–
s ucristo porqu e no la tienen los Obispos;
y
esta consecuen–
cia es
evideute
y
necesaria; siendo bastante que el Papa co–
munique al Concili o su autorid ad para definir.
E l simple cotejo de esta s doctrinas basta para conocer y
estimar su diferencia. De una parte se forma noble idea ele la
obra de Jesucristo, obra grande
y
digna de sn autor; mien –
tras que d e la otra ;e divisa á cada paso un p ensamiento hu–
mano. Allí el espíritu del evanjelio,
y
sus textos ma nifiestos;
aquí pretension es pr obadas por otras p retensiones arrogan–
temente proferida s.
'
1G.
Prueba .fiuuladrt en¡>asr¡jes del Concilio Tridentino.
E n
vari~s
lu.garcs ha dado solernne
t~stimonio
el 'I'riden·
tin o acerca d elverdadel'O orij cn de la autorid ad de los Obis–
pos. En el cap.
'1·.
0
de la sesion Q3 se ha referid o
á
la pa–
labra d el Apóstol, p;.¡ra decir que ell os han sido puestos
por el Espíri tu Santo para
gobenwr
la I glesia de Dios.