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los congresos ó por los gobiernos en la época de
la Reptíblica.)
Con posterioridad
á
esta tentativa infructuosa, la
Constitucion política. peruana de
1860,
prescribió
que
á
la 1nayor brevedad posible se celebrase un con–
cordato con la santa Bede. Apesar de los 25 años
trascurridos hasta
la fecha, no se ha celebrado di–
cho concordato, ni es posible su celebracion, desde
que no se ha de ir
á
Ro1na
á
solicitar como una
gracia, las prerogativas declaradas por la misma
Constitucion co1no derechos propios del Estado.
Chile, por su parte, ha procurado en dos oca–
siones distintas llegar
á
la celebracion de un con–
eordato. En
1845
fné
á
Roma con este encargo el
señor Yrarrázabal y en
1856
el general Manuel
Blanco Encalada. Las dos tentativas fracasaron ,
como djjo el señor Puel:na en uno de sus discursos
pronunciados en
1884
en el parlatnento chileno, por
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inconveniente capital del
exeq_ttahtr~
que no fué
posible salvar en ninguna for1na.
La República Argentina ha hecho dos
tenta–
tivas en el sentido 1ndicaclo. La prin1era fué ini–
eiada en Setien1bre de
1858.
Entóncos se formuló
un proyecto de convenio por
el plenipotencia1 io
argentino; pero dicho proyecto fué deshauciado
por el liberal gobierno de
1864,
uo dispuesto
á
sacrificar las inn1unidades de la soberanía nacio–
nalj dando el carácter ele derechos recienten1ente