Previous Page  389 / 674 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 389 / 674 Next Page
Page Background

-381-

de brazos ni consentir con su silencio en el vili–

pendio de las lr.yes, por los mismos funcionarios

llamndos

á

facilitar sn cumplitniento, en la esfera de

su 1nision especial. Si se hubiese tratado de actos

privados ó de silnples

ciudadanos~

sn accion s;e ha–

bría ejercitado dentro de los límites que garantizan

la emision del pensa1nieuto. Pero en este caso, como

en el del señor Clara, se trataba de un funcionario

público rentado por el Estado que procedía en el

ejercicio de sus funciones oficiales.

Los antecedentes se pasaron al señor procurador

de la nacion. Este funcionario, en una luminosa

vista , estudió el asunto bajo su triple faz legal, his–

tórica y filosófica.

Su

opinion la consideramos

sintet~zada

en estos tres párrafos que ton1an1os de

diferentes partes del

di,~támen:

«La pastoral del señor obispo, logica1nente se

desprende ele lo que queda

expuesto~

invade las fun–

ciones del poder civil, contraria sus pr0pósit0s, y

esteriliza sus esfuerzos

y

sacrificios en la mas grande

y

noble de las causas. .

«

Asi

cotnCJ el poder civil no puede prohibir, ni

menos castigar, que los fieles oigan 1nisa

ó

se

~onfie­

sen, - ·asila iglesia no puede prohibir., ni castigar

con las penas á su alcance, que los

ciuda~anos

1nan–

den sus hijos á las escuelas, pag·uen sus contribucio–

nes ó se enrolen en la guardia nacional.

«El presidente es el gefe de la ad1ninistracion ,