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concebido
y
decretado de ante1nano; sea que su celo
fanático despertase una rna1 entendida etnnlacidn en
otros pastores ele }a iglesia
argentin~;
sea, en fin,
que algunos otros funcionarios eclesiásticos creye–
sen, sincera
y
reallnente, que se trataba de desco–
nocer ó vulnerar los derechos de la Iglesia, lo cierto
es que algunos prelados creyeron .llegado el nlo–
mento de lanzar e] grito de
alar~na
en el ca1npamento
de sus correligionarios y de emprender una cruzada
enérgica y violenta eontra las leyes y resoluciones
del poder civil.
Ademas r1e
los sucesos que precedieron
á
las
pastorales del vicario de Córdoba
y
de las medidas
adoptadas para reprimir los n1al inspirados avances
de este funcionario, se valie1 on de otro pretexto al–
gunos obispos, para des1Jertar nuevos enconos contra
el g·obierno y para concitarle la opinion del pais.
E::;te nuevo pretexto fné la ley de enseñanza pú–
blica de las e.-;cuelas primarias, dictada el ocho de
Jnlio, por la cual se estableció el principio de la en–
señanza laica., en la siguiente fonna:
e
Art. 6
°
El
1nínirwu;n
de instraccion obliga–
toria co1nprende las siguientes materias: lectura y
escritura; arit1nética (las cuatr0 pritneras reglas de
los números enteros) y el conocilniento del sisten1a
1nétrico decimal y la ley nacional de monedas, pesas
y medidas); geografia particular de la Repl1blica
y
nociones de geografia uni versal; historia particular