hli L.\ ORACIO'ft VOCAL.
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ofenderos; porque así como el manjar , si no lo abraza el estómago,
si no lo cuece, si no lo digiere, si no lo reparte por el cuerpo , no
aprovecha , así tampoco la' palabra de Dios , que es manjar del al–
ma, si el corazon no la conserva , si no la entiende, si no la con–
sidera, si no la pone por obra, no hace efecto mas que entreteneL'
un rato, como una buena música , que mientras dura deleita,
y
apenas se acaba de oir cuando está olvidada.
5.ª Has de ir persuadido, que son palabras de Dios las del
buen predicador,
y
las que su Majestad le dice, es:is predica,
y
no mas. Y estando tú con. esta persuasion harán mas impresion en
ti,
y
no te agraviarás de lo que te dijere , como
el
enfermo cuerdo
no se agravia de que el criado le dé la purga que recetó el médico.
6.
ª
No te contentes con oii.: sermon de cuando en cuando, sino
á
menudo; porque como el entallador con muchos golpes corta el
árbol de la selva, desbástale en su casa, forma su idea
y
hace de
él una imágen ; así Dios , con muchos golpes de su divina palahra,
te cortará de la selva del mundo,
y
en el talleL' de su casa,
ó
de
tu recogimiento, te desbastará con la mortificacion, formará en
tí
su idea , harate un santo, sobreponiéndote el blanco barniz de su
gracia
,
el oro de la caridad , el estofado vario y vistoso tle las de–
mas virtudes, para colocarte en .
d
templo de su Iglesia· y
l'll
el al-
tar de sn gloria.
..
CAPITULO 111.
DE LA ELECCION ESPIRITUAL.
No dejaré de amonestaros
(t)
dice san Juan CL'isóstomo, una
y
otra,
y
mil v.eces,
'-JUC
no contentos con oir el sel'mon en la Igle–
sia, os deis en vuestras casas
á
la leccion de librns espirituales. Y
no me diga nadie: soy ho,mhre de negocios, traigo mil ocupacio-
. nes
y
peligros , soy oficial , tengo m11je1·, sustento hijos , casa
y
fa–
milia, soy homhrn del mundo
y
no .es de mi provecho leer esos li-
(.1) Hom.
~I.
in Gcflcs.