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TRATADO SESTO

perez3, del manso la blandura, haciendo una vida tan santa, que

santificó los yermos; tan esclarecida, que su fama se esparció por

totlo el mundo; tan espantosa para los demonios, qne oyendo su

nombre dab::in brarniJos ; tan provechosa para

fa

Iglesia Católica ,

que hasta hoy dia la pone por espejo

á

todos sus hijos para que

la

imiten ; rnas

¡

ay dolor, qué pocos esperimentan estos maravillo–

sos efectos tl e la palabra de Dios nuestro Sefior

!

Y

la causa es que

no se oye , ó si se oye , no es con la disposicion que conviene. El

no oirla

tú,

es indicio , que no eres de Dios , como lo son los que la

oyen; porque el que es de Dios (dice Jesucristo) oye la palabra de Dios:

y por eso vosotros no la ois, porque no sois de Dios.

Y

si tú la

oyes , y no sacas provecho , es porque los negocios , los cuidados,

las ri quezas ó los del eites ahogan el fruto. Guarda estas reglas, y

lo sacarás muy cop ioso:

t.ª

No vayas robado de los cuidados

(1),

por cumplimiento,

á

oir el sermon, sino con deseo, y hambre <le ap rovechar, para

que te entre en provecho.

'2.

ª

No te lleve la cu riosi<lad

(2),

la sutil eza,

1

a retórica , la

gracia, el leng11aje, Ja traza,

ó

artific io de l predicador, si no su es–

píritu

y

tu provecho,

tu

humilrla1l y confusion, y vi endo cuán po–

co haces Je lo mucho que allí

te

dicen. Oye <le ordinario al que ha–

bla de la virtud, del amor de Dios, lle la mortificaciou

y

peniten–

cia , J el J esprecio del mu ndo y aborrecimiento del peca<lo, con

pa labras que parecen llamas de vivo fuego y rayos fulm inados al

corazou.

3.

ª

Toma lo que oyeres, como si por

tí,

ó para

solo se di–

jera; porque el l10mhre pruden te y sabio , cualquiera palabra pro–

vecl10sa que oye la nplica á sí; pero el vicioso y vano desconténtase

de el la, échal a

á

las rspalclas ,

ó

::iplícala

á

otros, como el rnaestre –

sab, que n'Parle

á

todos y él se queda si n nada.

4.ª Siempre h::is üe saca r al g del sermou, cuya memoria te

sirva para no pcc:.i r, como lo hacia David que dice de si: escoudia

yo, Scfío r , y guard aha en mi corazon vues tras palabras para no

(1)

Clir.

li o111.

4.

32.

iu Gen.-(2) Au¡; . li!J. 5. co ufcs . cap .

13 .