Table of Contents Table of Contents
Previous Page  341 / 458 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 341 / 458 Next Page
Page Background

DB LA. Ol

\A.CH

)!(

vecu.

3~9

Yenqa

á

nos et tu rei"no,

para que reines en .nuestras almas por

gracia,

y

nos lleves

á

tu,Reino celestial, donde ·te ·veamos descu–

hiertamentA,

y

te amemos perfectamente.

Hágase tu votuntad,

así

en

ta

tierra, como en el cielo,

para que te amemos- de todo

corazon, pensando siempre en 'tí.,

y

te amemos con toda nuestra

alma' deseando sie_mpre agrndarte; y te amemos con todo nuestrn

entendimiento, enderezando t(i)dos nuestrns pensamientos

y

acciones

á honra

y

gloria tuya;

y

te amemos c@n toclas nuestrns fuerzas, em–

pleando nuestros sentidos y potencias l!n amarte sobre todas lasco–

sas'

y

á

los prójimos cotne

á

nosotros mismos; no dando mal

ejemplo á nadie, sino antes procurando atraerlos á tedos para que

te amen.

Et Pan nuestro de cada día, dánoste hoy,

dándonos ·

á

tu unigénito Hijo,

y

Seño1· nuestro Jesucristo, para que le ten–

gamos

á

nuestra memoria, y entendimiento, amándole y reveren–

ciándole, por el amor tan escesivo C(i)Il que nos amó ,

y

por o mu–

eho que p@r

n~sotros

hizo y padeció.

Perdónanos nuestras deudas

y

pecados,

p(i)r tu divina misericordia,

y

p@r la Pasiou

y

.Muerte

de Jesucristo tu Hijo unigénito.,

-y

por los merecimientos,

é

iñter–

cesion de la Sacratísima Virgen María,

y

de todos l@s santos .

A si

como

nosotr<!s perdonames á nuestros deuderes.

Y porque no

acabamos de perdonar perfectamente, danos, Sefior, tu abundante

gracia, para que amemos á nuestrns enemigas pot· amor de

tí,

y

te

roguemos por ellos,

y

uunca

v~lvamos

á

nadie mal por mat, sino

que

á

todos hagam(i)s siempre bien.

Y

no nos dejes caer en la ten–

tacion,

ni·oculta , ni ma11ifiesta, ni súbita , ni importuna.

Mas

tíbranes de todo

rnat

presente

y

par venfr.

Amt n;

de buena ga–

na y por tu gracia.

De este medo decía san Francisco el

Padre nuestro,

y

á

ese

modo rezan; de esa manera discurren en cualqµiera palabra de sus

oraciones los siervos de Dios.

E>~

esa suerte es lá eracion mas sa tis–

factoria, mas meritoria, mas impetratol'ia y mas devota: una Ave–

i\'Iaría

a~í

rezada, y sentid'a en el alma con un afect0 tiern (i) , vale

mas que muchas oraciones tibias . Una palabra de estas, salida de

lo íntimo del corazon, echa fuego, abrasa

y

llega al cielo. Y para

hacerla fervorosa, ayuda mucho oir la palabra de Dios, leer leccion

~~