TRATADO SESTO.
CAPITULO PRIMERO.
DE LA ORACION VOCAL.-TERCERA PARTE DE LA. SATISFACCION.
No hny en está vi<la para el hombre cristiano ejercicio mas no–
hle
(1 ),
1ii mas provechoso que el de la oracion; porque en el co–
mer, beber, dormir, andar, etc. nos parecemos á las bestias; el ha–
blar, conferir, disputar, ·leer, escribir, contratar ,y regirnos es co–
rnun. con los malos, con los infieles, con los bárbaros; mas tener
trato
y
comunicacion cou r.l mismo Dios, no solo uos levanta sohre
las hestias, sobre los malos , sobre los infieles , sino á los ángeles
nos .,.. ig1rnla y nos pone eu Ja presencia <lcl altísimo Dios,
á
donde
le pedimos lo que mas nos conviene ; porque oracion y orar, es pe-:–
dir y llamar, no
á
las puertas de los hombres, sino
á
las de la mi–
·sericordia <le Dios, de donde nos vienen to<los los buenos propósitos,
todos los santos deseos, to<las las buenas obras, bienes temporales;
porque ella es medicina de enfermos, alegría de tristes, fortaleza de
flacos, remedio de pecadores, . regalo de justos, uyuda de vivos,
sufragio de muertos, y socorro cornun de todos los males. Ella (dice
san
Laureacio
J
ustiniano) aplaca
á
Dios, alegra
á
los ilngeles , re–
gocija
á
lo!) santos, penetra
á
los cielos, alcunza sus peticiones, es–
panta
a
los demonios, vence
á
los enemigos, trueca
á
los hornhres,
repara las fuerzas, fortifica el espíritu
y
junta el alma con Dios.
Ella (dice sa.n .Efren) es guarda de la templaza, freno de la ira, me–
dicina del oido, potencia del reiuo, trofeo de la guerra, defensa de
la paz, entereza de la virginidad, amor
y
fidelidad de los casados,
alivio de caminantes, seguridad de los que duermen , fertilidad de
l.oslabradores, puerto de los navegantes, palrona de los culpados,
(1)
Grc~.
Nis. <le
ural.
Domi11ii:.
tic
miscr.