"248
,
TRATA.DOCU ,\.l\TO
Si e·ra lmei;io, huél.gate. de
h~herlo
tenido ,
y
criado
p~ra
'Dios;
á
quir.n tlehes estar mas agradecida·, por habértelo dado de gracia,
<JUe friste
y
quejosa, por_hahéi'telo quitarlo dejusticia. ·s¡ era malo,
co'nsnélale Je haberlo perdido,
y
con él los miedos
y
congojas que
· te causaha; con esas lágrimas no aprovechas al difunto, <lerrám:ilas
por tus pecaJos,
y
los suyos,"
y
serán de provecho. Lloraba una
ma<lre á su hijo muertó,
y
vió entre suefíos una procesjon de man–
cebos muy lindos,
y
hermosos, muy contentos, y alegres,
y
mira–
ba si ve1:ia entre ellos el hijo de su alma;
y
al cabo de rato ·vióle ve–
ni1· solo, lloroso
'Y
triste;
y
preguntando ella cómo venia asi, le res–
pondió: oh, señora, si las lágrimas_que has derramado por mi
muerte, derramaras por mis culpas, tú me vieras ahora entre aque–
llos bienaventurados mancebos: llora mis
pecado~,
y
haz bien por
mi alma, y me verás entre ellos,
y
acuérdate de la muerte.
Paréccme que oigo á ·tu hijo decirte
á
voces (
1):
Madre mia,
y
señora mia; si níe amaste ' si me criaste' si me doctrinaste' si
me corregiste, ·enseñaste,
y
encaminaste con tus avisos
y
ejemplos,
i10
cnvi1lies, ni pongas impedimento
á
mi gloria, ni
hag~s
de suerte
<JUe estemos apartados para siempre, porque se ofcnJe el Señor
con ese tu sentimiento, dolor
y
tristeza; la cual, si con tiemí)o no
se remedia, deja al alma consumiJa de pesar, y
á
veces reridida
._ para dar de ojos en muchos,
y
muy graves pecados, aun de id9la–
tría·, que esta de nn. gran dolor tle un hijo muerto tuvo
pri1~cipio.
Acuérdate de la Virgen Santísima al pie de la Crnz, con Jesucris-
to ·muerto en su regazo, con soledad
y
<lesamparo: harto te digo,
si lo sabes ponderar. Imagina que oyes
á
Dios las palabras que
JijQ
Elcaua
á
su mujer
(12):
¿Por qué lloras? ¿Por qué no comes? ¿Por .
qué está tan afligido tu corazon? ¿Qué te falta? ¿Qué hechas me- ..
nos, teniéllllo'me'
á
mi? ¿No habias de estar ma s contenta, y con–
solada conmigo solo, que si tuviese diez hijos? Teniéndouie á mí
·~
. todo lo iiencs; y no te puede faltar nada, aunque lo pierdas todo.
';,
Si fuera tu hijo á ser príncipe
(3),
ó
rey de ulgun ·reino perece-:
<lero, al cabo del mundo ¿no te consoláras en tu ·soledad
1le
no
(:1)
Tiieron. cpisl. 25.-(j)
t.
Reg
~.-(3)
Chris. in l\fal. 8. hom. 3'2
t.
t.