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Tl\ATADO CUARTO
quien no se rige por ella, uo tiene seso ,
y
á
quien este le falta, mas
es bestia qne hombre. Acude muchas veces con la consideracion
á
sn sepultura, que·allí se hacen hombres los que no lo saben ser,
y
l
<londe los muertos se deshacen
y
consumen, ahí los vivos se reha-
cen
y
consumen en todo género de virtudes' yendo y viniendo
á
ellos con la memoria. Allí veras con la consideracion como salio su
alma de una casa de barro, don1le cada dia se ponian del lodo con
peca1los
y
oaidas,
y
fue
á
gozar de aquellos alcázares soberanos,
<¡ue en otra parte describimos. El Rey del ciclo la libró de una penosa
cárcel de duras prisiones, ele pesado cautiverio de muchos trabajos;
ya la alzó el <lcstierro,
y
la restituyó
<i
su patria , para promoverla
de muje1· tuya,
~1
esposa suya, y consorte de su reino, donde tú la
tienes segura y propicia, é intercede por tí. No Ja perdiste sino por
poco tiempo, en el cielo la tendnís despacio, prestó tela Dios acá
sin plazo cierto, pudo pedírtela cuanrlo quiso sin hacerte agravio, era
suya, y llevósela
(1 ),
Dios te la dió, Dios te la quitó, como él quiso, así
se hizo; sea su nombre bendito para siempre. Dale gracias por el tiem–
po
c1ue
te la d1·jó, y goza ahora de la dulce libertad en que te deja
con su muerte, gastándola en disponerte para seguirla
('2),
que será
presto; porque tras <le ella vas
á
toda priesa, corno los rios al mar.
Imagina, que te está diciendo
á
todas horas: bien sabes el .cordial
amor que te tuve,
y
ahora .te lo tengo mayo1·, porque en esta re–
gion de vivos, lo .esta11 mucho todos los buenos,
y
debidos respe–
tos,
y
así, lo que 111as
dcs(~O
para Lí, es que vivas de manera en el
m1.1111lo, que vengas 11espues
á
reinar con Cristo en mi compañía.
Para este flu Le ayudará mucho el frecuentar con tu memoria mi
sepulcro, que alll au11q11e á.lo oscuro, lo venís muy
:í
lo claro como
se acaba toJo, la mocedad, la hermosura, los gustos y placeres, y
que solo queda el huen ohr:ir, y que no hay mocedad, ni salud en
que fiar. Para eslo solo quiero que tengas memoria tic mí, no para
melancolizarlc, ni alligirtc, 11i rnc11oscahar tu salllll. Acuérdate de
mi muerte,
110
p:n:a
llorarla, siuo para acordarte que
°Ja
tu.yaserá muy
presto. Lo que por mí pasó hoy, por
tí
pasad mañana,
y
no te aflijas
(1 )
llier.
~d.
Tisufi :111? .-(2) Jub. cap.
i.