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SA'l'ISFACClON VOLUl'IT.\i\l ,\.
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sin provecho tle la difunta, ni tuyo,
y
con daño de ambos ; de tí,
porque desagradas
á
Dios, no conformándote con su santa voluntad,
, y
hacierulo escesos de ella; porque ocupado en eso, no la enco–
miernlas
:í
Dios, como debes.
¿
Llevóte Dios el marido que te martirizaba? Oye lo que acon–
seja el Espíritu Santo ( l ): derrama lágrimas sobre él,
y
llora, co–
mo si hubieras recibido un récio golpe. Cuida de su cuerpo, de su
sepultura, de su alma, llora amargamcnlll cuando lo apartaren de tí:
torna
á
llorar
1111
<lia,
y
otro, porque no munnnren de tí, diciendo
que no le amahas, etc. que es gran corclnra, en semejantl' ocasion,
mostrar pena
y
dolot· de lo que causan gusto,
y
alegría interior.
l\'las si te ha quitado Dios con el marido
todo
tu regalo, con–
tento, descaw;o, comodidad , honra
y
hacienda, no sé qué con–
suelo darte; Dios te le dé,
y
en
el
ínterin oye
á
san Juan Crisósto–
mo lo que dice
(2)
para tu alivio ¿Qué dices, mujer? ¿Qué lloras?
¿Porque tu marido era tu padre
y
tu tutor, y cuidaba de ti? ¿Y
Dios no tendrá cuidado <le ti? ¿Quién te dió sino él á ese marido
que lloras? ¿Quién te hizo sino sns manos? ¿Quién cuidó de ti an–
tes que fueses, sino él? ¿Quién te dió el alma que tienes? ¿Quién
te <lió ese entendimiento? ¿Quién te dió que lo conocieses? ¿Quién
te <lió
á
su propio hijo para tu remedio? ¿Pues este tal no se apia·
dará de ti? ¿Este no cuidará de tí? ¿Y un hombre sí? ¿Qué debes
á
tu marido, que iguale
á
esto
?
¿Y
si le debes algo, primern se lo
mereciste ;
á
Dios no, que no le has servido,
1~i
merecido tanto
hieu. Antes sin tener. necesiclad de tí, por sola su bondad y largueza
lleve siempre mercedes de
tí,
él te ha prometido su reino, vida, glo–
ria, paz
y
eterna hermandatl consigo ; él te porhijó,
é
hizo here–
dera consigo;
y
tú aun llorar
y
gemir por tu marido? ¿Qué te hizo
que se pueda comparat· con esto? Dios te da este S•)l, que alumbra:
Dios llueve cuando lo has mcuester: Dios· te envía cada afio trigo,
aceite, vino
y
todo tu sustento: Dios te quitó el marido porque
1 1~
amases
á
él,
y
tú
te olvi1la::. tic él por acorclarLe del marido :
¡
Uh
qué grande ingratitud
!
Dime, ¿qué recibiste del <lifuuLo? Dolon•s
(t)
Eccb. 30.- (:!)
t.
at.l. Thom.
~.
hom. G.