TRATADO QUINTO.
-CAPITULO PRIMERO.
DE LA LI!UOSNA.-SEGUNDA PARTE DE LA SATISFACCION.
La
limosm,i es obrn
de
misericordia, que de pura compasion,
y
pot· amor de Dios, se hace voluntariamente' á cualquier necesitado,
sin eséeptuar personas
('1):
Esta es en dos maneras,
ó
corporal,
pot·que se hace el cuerpo sufriendo, sustentando, vistiendo, hospe–
dando, redimiendo, visitando ,
y
enterrando al pobre·; ó espiritual,
porque se hace al alma enseñándola, corrigiéndola, aconsejándola,
rogando á Dios por ella , etc. Obras son estas propias del cristiáno,
para satisfacer culpas, escusat· penas,
y
merecer gracia
y
gloria por
medio de la limosna,' que compasada por el ayun_o, como la pri–
mavera para los jardines , el aceite para la lámpat·a , el sol para el
dia,
y
el alma para el cuerpo; porque así como este no tiene vida
sin el alma; sin primavera no florecen ws campos; sin aceite se
apaga la lámpara' y sin sol no hay dia : así .es el ayuno siu limosna
cuando no es obligatorio, que -con ella florece, como la tierra en
la entrada del verano : luce como la lámpara, con aceite, alumbra
corno el sol al dia, y vive corno el cuerpo con alma ; porque por Ja
limosna se alcanza el peL·don de los pecados, la rnmision de la pena
temporal del purgatorio, el tesoro riquísimo de nuevos merecimien–
tos,
y
prendas ciertas del cielo; porque por la parte que es peHosa,
es satisfactoria,
y
por hacerse en gracia (qne eso supongo) es me–
ritoria; y así con lo uno paga la pena que debe,
y
con lo otro
acrecienta la gracia que tiene. De estas cosas tenemos la palabra de
Dios, su firma , y sus consejos, que ni pueden faltar, ni engañar.
Oye lo que te dice nuestro Señor en su Testamento Viejo,
y
Nue-
(t)
S. Tum.
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