DE U LIJlOSi'H .•
vo ('1): Hijo, no dcfrau<les, ni quites al pobre su limos11a:
110
vuel–
vas los ojos á otrn parte por no verlo; no le aflijas, ni le regatees
la limosna. Redime tus pecados con limosnas,
y
tns mal<lades con
' misericordias hechas á pobres; porque así la limosna quita los pe–
cados
('2).
Ella libra de la muerte, purga los <lefectos,
y
hace al–
ca11Zar la vida eterna ; ella satisface por las culpas,
y
redime al
hombre de sus iniquidades. Yo miro por el que hace misericordia,
y
me acuerdo de él en lo porvenir,
y
cuando vaya
á
caer, hallará
sobre qué estribar. La limosna para todo vale, pues á ella se pro–
meten los bienes de esta vida
y
de la otra. Da limosna,
y
alcanza–
rás per<lon de tus pecados : haz limosna de tu hacien<la ,
y
no vuel–
vas
el
rostro al pobre
i
y
yo no apartaré el mio de tí, para hacerte
misericordias. Tu pan
y
tu comitla plirtela con los pobres ham–
brientos;
y
con tus ropas
y
vestidos cubre las carnes de los desnu–
dos: el que es inclinado á hacer limosnas, será bendito de Dios,
y
<le los hombres, porque partió su pan con el pobre: reparte 1le lo
qt!~}~.
sobra entre los pobres, y tendrás limpieza de conciencia,
y
todo te sucederá Lien: mira que seas misericordioso con los huérfa–
nos, corno si fueras su padre,
y
como marido
á
su ma1lre,
y
serás
tú,
como hijo Jet Altísimo,
y
yo usaré de misericordia contigo, mas
que si fuese tu madre. Llámalos pobres, flacos, cojos
y
ciegos ,
y
serás bienaventurado, que si bien, no tieuen ellos con que pagarte,
cuan<lo fueren los justos remunerados
y
prcmiallos, te se pagará
todo. Parte tu pan con el hambriento, y recoge en tu casa al ucce–
sitado
y
peregrino. Cuando vieres al desnudo , dale con que se cu–
bra,
y
110
desprecies al que es de tu carne,
y
sangrr; invócame en–
tonces
1
y
te oiré; llámame y te diré; vesrne aquí, haz bien,
y
se–
rás lleno <le bienes; da limosna al pobre,
y
no seras pobre;
y
si
quieres ser perfecto (3), ve,
y
vende tollas las cosas que tienes,
y
<lalas á los pobres,
y
tendrás un tesoro guardado en
el
ciclo. Todas
las palabras, que Dios te ha hablado en esta lectura , son dignas de
ser puestas por obra, y para que con mayor gusto hagas lo que el
Señor Dios tuyo te aconseja, como padre de misericordia, quiero
(i)
Ecc l.
!, .
n.
i.
cap.
!1.-(2)
Tob. 12 .-(3) Ma!. 3'.I.