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SEÑOR NUESTRO.
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ra ser
perfecto~
Si quieres ser perfecto., le dixo Jesus
anda, vende lo que tienes, y dalo á los· pobres,
y
ten–
drás un tesoro en el cielo; despues de lo cual ven,
y
sígue–
me. En esto hacia el Salvador el retrato del e tado religio–
so, el cual debia ser uno de los preciosos ornamentos de su
lglesia. Habiendo oido eljóven estas palabras, se fué muy
triste, porque poseía grandes riquezas., tan difícil le pare–
ció este sacrificio. Al ver estó, dixo Jesus á sus discípulos:
En verdad os digo, que con dificultad entrará un rico en el
cielo: mas fácil es que un
~amello
pase por el ojo de una
aguja, que el que un rico entre en el reyno de los cielos:"
era este un proverbio comun entre los judíos., y lo mismo
decian de un elefante, yara significar que una cosa ra
naturalmente imposible., o extraordinariamente dificil. Una
proposicion como ésta aturdió á los discípulos tanto, que
dixéron:
i
Quién podrá, pues.,
salvarse~
Pero volviéndo e
Jesus hácia ellos, les dixo: Esto es imposible á los hombres;
pero á Dios todo le es posible. Sobre lo cual tomando Pe–
dro la palabra, le dixo: He aquí que nosotros hemos dexa–
do todas las cosas,
y
te hemo seguido:
i
qué habrá., pues,
para
nosotros~
Respóndióle Jesu :
~n
verdad os digo, que
en la resurreccion cuando el Hijo del hombre estará sen-·
t ado en el trono de su mage tad, vosotros que 1ne ha–
beis seguido os sentaréi en doce sillas.,
y
juzgaréis á las
doce tribus de Israel; y cualquiera que dexar por mi nom–
bre su casa, sus parientes, y todo us bienes, recibí á un
cien doblado en esta vida,
y
poseerá despues de élla la vi–
da eterna.
Habla aquí Jesucristo de su última venida, segun l a
idea que tenian los judíos del rey no del Mesía , al que
esperaban como á un rey poderoso que habia de volver
á
la nacion su primer lustre
y
magniticencia; por eso Je–
sucristo se representa
á
sí n1ismo sobre un trono,
y
es–
tablece á los apóstoles los principales de su córte. Solo
hace mencion de las doce tribus, porque en éllas
s
en–
cerraba toda la nacion;
y
baxo esta nacion enti nde el
Señor todos los hombres, así c9mo por el cien doblado,
aun en esta vida, entiende aquella paz del atma que es
sobre ios sentidos, aquellas consolaciones i nteriores., aque–
llas bendiciones espirituales
y
aun temporales de qJ..Je son
col1nados los que habiéndolo dexado todo por Dios, si-