![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0306.jpg)
-
~98
DOMINGO DIEZ Y NUEVE
echó su maldicion;
la.deun hombre que tiene dos hijos,
y
que encarándose
al primero, le dice: Hijo, ve á trabajar
a
la viña;
y
éste le responde: No quiero ir; pero arrepen–
tido despues va
á
trabajar á la viña :
Nolo; postea autem
pcenitentia motus,
abiit.
Habiéndole dicho despues al ótro
lo mismo, éste le responde: Voy allá, Señor, y no fué:
Eo, Domine, et non ivit.
La tercera parábola era la de un
padre de familias, cuyos obreros despues de haber muer–
to
á
muchos criados que les envió, mataron tambien al
hijo que babia de heredar la viña. Todas estas parábolas
eran unas figuras demasiado claras de la reprobacion de
los judíos,
y
de la vocacion de los gentiles,
á
quienes de–
bía ser transferido el reyno de Dios, para que todos los
oyentes no las comprendiesen.
Y
así , no hubo enton–
ces ninguno ni entre los príncipes de los sacerdotes ,
ni
entre los escribas
y
fariseos, que no viese claramente que
·el Salvador hablaba de éllos; ninguno que no se recono–
ciese
á
sí mismo baxo la figura de la higuera infructuosa,
y
en el retrato del hijo desobediente , y de los arrenda–
dores de la viña asesinos é impíos. No pudiendo sufrir
unas pinturas tan parecidas
y
tan ojiosas, ni unas re–
prensiones tan justas , hicieron desde entonces cuanto pu·
dieron para prenderle ; pero no se atrevieron por temor
del
pu~blo
que le miraba con veneracion,
y
así se retira–
ron llenos de rabia
y
furor.
Bien veía el Salvador el veneno
y
la hiel que babia en
sus corazones; pero sin perder nada de su tranquilidad
y
mansedumbre, continuó sus instrucciones con su acostum–
brado zelo;
y
les contó
á
los que habian quedado una nue–
va parábola , todavía mas clara
y
mas instructiva que
las antecedentes.
Simile factum est regnum ccelorum homini regi, qui fe–
cit nuptias filio suo:
El
reyno de los cielos es semejante
á
un rey, que celebrando las bodas <le su hijo, envió á sus
criados para que llamaran
y
convidaran
á
éllas
á
mu–
chos. Estas bodas son la de Jesucristo con la
l
glesia, que
es la congregacion de los fieles, expresada tantas veces en
la Escritura baxo el nombre de espo
a
del Salvador:
Et
misit
servos suos vocare invttatos ad nuptio
:
Envió el
rey sus criados para llamar
á
los que habían sido convi–
dados.Los que son convidados saben muy bien que los con·