Table of Contents Table of Contents
Previous Page  304 / 414 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 304 / 414 Next Page
Page Background

296

DOMINGO DIEZ Y NUEVE

vea reynar en él la rectitud, la buena fe

y

la sinceridad.

Solo en el cristianismo es donde reyna la verdad: de él

e tá <lesterrado todo doblez ; ningun hombre, decian los

paganoS; mismos, es veraz.sino el cristiano. Esta sencillez,

esta Nerd$J.d, esta rectitud encarga aquí el Apóstol á los

fieles de Efeso: cuando uno está vestido del hombre nue–

vo es veraz

y '

real en sus sentimientos, en sus demos–

traciones de amistad, en sus palabras,

y

en todo el trato

de la vida civil. La razon que da el santo Apóstol para

que seamos. ingéouos

y

veraces es particular ; porque so–

mos, dice , mjembros los únos de los ótros. Todos los fie–

les no hacen sino un solo cuerpo, que es la Iglesia,

·y

este cuerpo místico no tiene por cabeza

sino

á

Jesucristo:

e.sta es la cabeza que gobierna

á.

todos los miembros;

y

siendo esta cabeza la verdad misma:

Ego sum veritas

;

todos sus miembros debeo aborrecer

la

mentira

y

la fal–

sed

ad. lrascimi.ni,

et nolite peccare

:

Cuando os enojeis, no

os dexeis

1 ev

ar hasta el pecado. Los efesios eran natu–

ralmente coléricos. La verdadera devocion no destruye

el natural,.

~ino

que le corrige; no extingue las pasiones,

sino que las doma ha

ra

hacerlas servir á la virtud

y

á la

perfeccion.. Sobre este principio encarga san Pablo, no que

no se enojen, sino que si se inflama su bilis en medio de

tantas contradiciones

y

ocasiones como se ofrecen en el

trato del mundo, procuren ahogar sus primeros movi–

mientos,

y

reprimir todos sus ímpetus; de suerte , que

jamás vaya hasta ofender á Dios:

Sol non occidat super

iracundiam ves.tram:

No se ·ponga

el

sol sobre vuestro

enojo. Quiere decir, luego que sintais que se enciende

esta pasion , sufocadla en su nacimiento, apagad sus

pri–

meras chispas., las que son capaces de causar un grande

incendio;

y

antes de acabarse el día reconciliáos since-

1·amente con los que pueden baberos dado ocasion de en–

fadaros. Se debe reprender cuando hay obligacion de

hacerlo por el estado, por el empleo,

ó

si no por caridad.

Pero

si

la pasion se mete á hacerlo, no tendrá buen efec–

to la reprensioo:

Nolite locum dare diabolo:

No dexeis

que

se

acerque á vosotros el demonio. El enemigo de la

salvacion, siempre en acecho para ver si se le proporcio–

na ocasion de entrar en la plaza , ronda continuamente