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DOMINGO ENTRE
NAVIDAD
ca estas palabras al nacimiento de Jesucristo, verdadero
Di9s y Verbo eterno, el cual hecho hombre nació en me–
dio de·la noche, y e
n un tiempoen que todo el mundo es–
taba en paz baxo el
imperio.de Augusto. No puede dudar-
.se que esta palabra Todopoderoso , que vino del cielo
y
del trono real de Dios, significa en el sentido alegórico
y
figurado al Verbo hecho carne
(Joann.
r.), por el cual fue–
ron hechas todas las cosas ,
y
nada de lo que ha sido he–
cho se ha hecho sin él.
La epístola es del capítulo cuarto de la del apóstol san
Pablo á los gálatas. Se dice con bastante fundamento que
los gálatas son originarios de las Gálias : habiéndose es–
parcido algunas tropas de las Gálias por la Grecia y la
Asia menor, baxo la conducta de Breno, fixaron su domici–
lio en la Capadocia y en la Frigia en una provincia, que
de su nombre se llamó Galácia. Tambien sé llamaba Galo–
Grecia, para dará entender que estaba habitada por los ga·
los y los griegos; los gálatas eran paganos. San Pablo les
pr
rjicó
.la-
fe de Jesucristo con un fruto maravilloso; con–
virtíó á muchos,
y
formó de éllos una iglesia muy tlorecien·
te. La primera vez que fué á verlos , fue recibido como
un ángel de Dios. San Pedro habia predicado el evangelio
á
los judíos que vivían mezclados con los gálatas;
y
san
Pablo predicó despues
á
los gentiles. Se cree que los judíos
convertidos por san Pedro, como tan tenaces de sus ob–
servancias legales , fueron los que causaron entre Jos gen–
tiles C<JlllVertidos los disturbios que dieron oca ion á san Pa–
blo de escribirles esta carta; en la cual hace ver, que des–
pues del nacimiento de Jesucristo estaban los judíos baxo la
c:onducta de la ley como el pupilo baxo la del tutor; pero
que este divino Salvador los babia sacado de la servidum–
bre de la ley, haciéndolos por la fe hijos adoptivos de
Dios. Entre los judíos convertidos había falsos doctores,
que enseñaban altamente la necesidad de la circuncision
y
de la ley de Moyses: había entre ótros úno que se distin–
guía por su genio arrebatado, el cual sembró en esta igle–
sia la levadura de una mala doctrina, como parece por el
versículo séptimo del primer capítulo de esta carta, en
que el Apóstol se querella de que hay entre éllos gentes
que los con turban,
y
quieren alterar el evangelio de
J
esu–
cristo. San Pablo hace ver con diversas pruebas sacadas de
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