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72 DOMINGO ENTRE NAVIDAD
el nombre de padre que se le da, no es simplemente un tí–
tu,Jo de honor, como se colige .de haber hecho las funcio–
nes y cumplido con las principales obligaciones de padre.
José y María estaban admirados de lo que se decia de Jesus;
el úno y el. ótro eran perfectamente sabedores de lo que
anunciaba Simeon, y no ignoraban el misterio ; pero la
obra de la redencion de los hombres, de la cual se trata–
ba, y el amor excesivo que Dios manifestaba á los·hombres,
i podían ser considerados jamas sin una nueva admiracion·~
La admiracion de José y de María no recaía sobre el fon–
do de misterios, sino sobre el encadenamiento de hechos
maravillosos, sobre la série de maravillas que la Providen–
cia ordenaba con tanto cuidado para manifestar á un pe–
queño número de almas escogidas la magestad y la gloria
de Jesus reden nacido. Lo que babia pas rlo con Isabel y
el Bau tista, con José y con los pastores; lo que acababa
de suceaer qm. Simeon y con Ana eran ciertamente moti–
vos todos de una particular admiracion.
· ~t~ q fue pa·sage menos tierno aquel, en que habiéndoles
echado mil bendjciones el santo Viejo, habiéndoles dado
el parabien de la honra de tener por hijo al ~alvador de los
hombres, y habiéndoles deseado toda e pecie de bienes, en–
cadndose á María, la dixo: que aunque el designio de
Dios era salvar á todos los hombres, no obstante esto, su
Hijo sería un dia motivo y ocasion de ruina á muchos, co–
mo tambien causa de salvacion á muchos ótros en I rael.
Mientrh's viva en este mundo, prosiguió, parecerá á los
ojos del púeblo como un hombre de milagro; pero por mas
afectos que parezcan serle los judíos por causa de sus pro·
<ligios , conspirarán contra él, se opondrán á su doctrina,
y para destruirle, no perdonarán á las mas atroces calum–
nias; serán sus mas crueles enemigos. Despues, dirigiél}_do–
se á María, rla'.d.ixo :JNo creas que te han de perdonará ti:
·\:uando le atormenten á él, te causarán el mas vivo dolor,
cho,qm~ sufrir, y tu alma será traspasada de una
dolor á•\tista'del 1lltimo suplicio de e te Hijo mo–
os lÜtrages que harán á· tu Hijo, serán para ti
s gol pes_de puñal que te meterán en el pecho.
sus:;edérá: c.bmo te lo anuncio, para que se des–
-perasamientos que muchos tendrán en su corazon
sobre la pers0na de tu !;lijo y la tuya.- Las p~rsecuciones