Y LA EPIFANiA
75
REFLEXIONES.
S
!
somos hijos , somos por consiuuiente 'herederos por la gra–
cia
de
Dios.
¡Qué título mas honroso
y
mas augu to! ¡qué
rnli,i.1d mas noble, mas apreciable que la de hijo adopti–
vo
dd
mismo Dios por la gracia,
y
heredero de todos sus
bienes ! Todos esos tírnlos pomposos, esos grandes nombres
de dis tinLion
y
dignidad , esos derechos de sucesion , e as
pretogativas de nobleza, que dan el nacimiento
y
el favo r
de l<Ss grandes; los servicios, los empleos, lo pue tos son
derechos respetables, es verdad; son monumentos mages–
tuosos, pero ed ificado sobre arena,
á
mas de estar huecos
y
vacío~
por dentro, ¿cuál es u solidez, su virtud, u du–
racion . Por mas brillantes que parezcan por fuera, rodo
su lustre es si1f>erficial, el tiempo los va gastando ,
y
la
muerte los sepul ta,
ó
por lo menos los confunde. ¿Cuál de
todos esos títulos pomposos, cuál de todas es::is ricas he–
rencia , cu á! de esas di tin iones nos acompañan á
iwcra
vida? Prodigio a estátua de oro, de plata, de broifce, de
hierro; pero no se apoya sino sobre pies de barro. Por mas
ricos, soberbios
y
sunruosos que sean los panteones, n.o
encierran sino cenizas. E 'to es todo lo que queda de todos
aque los emperadores romanos , de todos aquellos héroes
>
tan decan tados, de wdos aquello grandes del mundo tan
ricos, tan poderoso , que fueron la admi racion ó el terror
del público durante su vida . Munqanos, dadnos
al~una
co-
sa de mas de todos sus tí tulos
Y'
de todo sus te!\oros.
La
edad, el riempo anticipan tambien la muerte pa1 a des–
poj:nnos ·cuanto ántes de este aparato de vanidad, de to-
das estas supersticiosas prosperidades de la feli cidad huma-
na. Sola la.calidad de hijo de Dios adoptado por la gracia,
da un mér ito que nunca se envejece; una nobleza que tie-
ne u luga r en el cielo; una heret cia que
110
bare ricos
mas al lá de los tiempos; una glori a
á
quien nada es capaz
de ob curecer ; una felicidad que es una pa1 LH.. •pacion de
la felic idJd
dd
mismu D105. Esrn e la nobleza que nos da
la sangre del K. e entor; esta la calidad que adqu irimos
por el baut ismo ; estos l0s derecno que la gracia nos da
á la herenci a de
üio ~ .
¿Que
~dea
rorma:11os , qué aprecio
hacernos de todas estas calidades '? .Esas per:>onas que
no