![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0076.jpg)
L
CUARTO DOMINGO
venida.
Utinam dirumperes ccelos, et descenderes
:
Baxads
Señor, aunque para ello sea necesario que rompais los cie–
los. De e te modo manifestaban los santos del antiguo
Testamento los ardientes deseos que tenian de que vinie–
ra al mundo el Salvador. La Iglesia no muestra menos im–
paciencia : les toma prestadas sus expresiones ,
y
sus de–
seos son todavía mas fervorosos.
i
Cuáles deben ser, pues,
. los nuestros? Toda nuestra felicidad está puesta en Jesu–
cristo; nuestra sal vacion eterna depende de su venida.
· iCon qué impaciencia.aguaTda .un cautivo á su redentor?
Cuanto mas pesadas son sus cadenas y mas dura su escla-
1
vitud, tanto se aumenta mas el deseo de su libertad. No
cesa de preguntar,¿ cuándo ha de ven'ir su libertadod ·Si
se le ha prefixado el tiempo, cuenta todas las horas
y
to-
.dos los momentos ;
i
pero cuál es su gozo, cuáles sus
transportes cuando sabe que ya está cerca su salvador?
Sus
d~seos
crecen con su impaciencia; nada piensa sino eu
el día de su libertad. Le dicen, que no faltan sino tres dias,
m~<\io
dia: ¡Buen Dios, qué impaciencia, qué santas an-
.siaS1
i
Por qué no experimentamos nosotros la misma im–
paciencia, ios mismos deseos ,
la
misma inquietud ? Den–
tro de seis dias, dentro de tres, dentro de pocas horas llega
el
aniversario del dia feliz del nacimiento del Salvador;
·
i
cómo no hacemos nosotros iguales votos?
i
por qué no im·
portunamos al Séñor con semejantes preguntas? .ba Iglesia
nuestra buena madre nos precede con su exemplo; ¿por qué
no la Í\'ílitamos? porque ha
y
en nosotros poca fe ,
y
me–
nos verdaderos deseos de nuestra salvacion.
PUNTO SEGUNDO.
C~nside~a
como nuestros deseos son siempre partos de
nuestras ideas. Jamas deseamos mucho lo que estimamos
en poco.
i
Comprendenws bien las consecuencias de esta
/ verdad experimental?
i
Con qué frialdad vemos acercarse
el día del hacimiento del Salvador? S<!ñal clara de que le
conocemos poco, de que no hace impresionen nosotros el
exceso de su amor : señal de que solo tenemos una idea
im–
perfecta de las ventajas que nos trae su venida: señal de qu·
el triste estado de error, de cautiverio, de pecado en que
estamos, nos
agrada:
señal de
que
amamos al mundo,
cu-