![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0374.jpg)
SÁBADO PRIMERO
completo ·que pedia la ley para hacer un
testi~onio
no
¡ospechoso. Escogió para testigos de su glória aquéllos
que bien presto debian ser testigos de su agonía , para
enseñamos que si queremos tener parte en su gloria , he–
mos de tenerla en sus trabajos
y
en sus humillaciones.
Habiendo llegado. á la cima del monte , se retiró un po–
co
á
solas ,
y
se p.uso en · oracion. Entónces se transfigu–
ró; esto es , se· dexó ver en el resplandor de su gloria, no
ya como un simple hombre, sino como un hombre Dios.
El resplandor de su divinidad,
y
la gloria de su alma
bienaventurada parecieron visiblemente en su cuerpo por
alguno.s rayos de aquella luz admirable , que hasta en–
tónces·babia tenido escondida en su orígen. Su rostro apa–
redó luminoso como el sol ; sus vestidos blancos como
la nieve
n0
se convirtiéron
esencialmen~e
ni se muda–
ron, dice san Gerónimo, solo recibieron un brillo resplan–
decienté de aquella viva luz que resaltaba de todo su cuer–
po.e.Sepuede decir en cierro sentido , que la vida comun
de nuestro Salvador
y
su. baxeza exterior eran propiamen–
te una verdadera transfiguracion , pues parecía en un es–
tado ageno- d-e su naturaleza, al paso que la gloria de su
txansfiguracion era su estado natural ;
y
era menester 1:1n
milagro· continuado para hacer que su gloria
y
su ma–
gestad no resaltasen ,
y
se dexasen ver en su rostro ; mas
m» era
m~nester
sino suspender
el
milagro para mostrar–
se- tal ct1mo se cl.exó ver ent6nees. Su cuerpo estaba co–
rn01una nube al rededor del sol. Naturalmente debia es–
ta.Jitodg brillante por la luz que tenia encerrada,
y
éO–
rno
ellvuelta. En este estado de magestad no quiso
Je–
s1:1s pa-recer solo. Moyses
y
E
lías pareciéron
á
sus dos
lados- ha.blande con
él.
Quiso
Jesucris.to·que el legisla–
dor mismo,
y
uno de los mas ilustres profetas diesen
á
los apóstoles tesümonio de que era él
á
quien convenía
todo lo que
la
léy
y
los profetas habian figurado
ó
pre–
dicho·del Mesías. Ved aquí una señal del cielo., dice san
Gerónimo,
~Ha}
los- fariseos le habian pedido algunos dias
ántes ; mas de qtie no- mereeian ser testigos. Elías, dicen
los padres, estaba todavía en vida,
y
apareció con su cuer–
po natural; Moyses resucitó para esta cei:emonia, y
des~
pues se volvió
á
dormir en el Señor. La materia de la
conversacion de Jesucristo con Moyses y Elías era de