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' DE.
CUARESMA:
355.:
P R O P O S-I TO
$. ·
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Conociendo la flaqueza,
la
incó'pstancia , la false–
dad de todos los apoyos hum.anos, concluirás, que es una
insigne locura contár sobre el poder
y
la benev
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olencia de
los hombres;
y
que toda nuestfa confianza debe esta
r pues–ta en. Dios solo.
~o
cuentes sino sobre él,
y
av_iva
tod.oslos d1as tu confianza eh sü bondad
y
en su ommpot
enc1a.Bien te puedes valer de los socorros de los amigos y de los
grandes ; pero no cuentes sobre éllos , porque entónces tu
confianza sería vana. No
ie
aflijas si los hombres te ol"vidan
ó
te desconocen. Trae frecuentemente
á
la memoria estas
bellas palabras del Rey profeta:
Mi padre
y
_madre me
aban–
donaron;
mas
d
Señor me tomó por .su
·cuenta.
Despues de
esto, iqué tengo que temed
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Pon toda tu confianza en Dios; es-pecialmente en las
adversidades. Sírvele fielmente , está con él , y é'l est,rflrá
contigo; con un apoyo como éste los-vientos mas furiosos
no te podrán dañar. Aviva tu confianza todas lás maña–
nas, y muchas
veces
por el dia,.; y.J cuando la providen–
cia cristiana te permitiere servirte
tk
la representacion
y
de·la benevo'lencia de 'tus .priotectores, dirás á Dios ; que'
s.inembargo de esto, solo en .él ·pones todá tu confiianza.
Confia singularmente en la protecdon de la santísima
Vír_,
gen; pues confiar
éméll~
.es cnrrfiaren.Dios.
La
c~nfianza
en el ángel de maestra· guardá .
yoen
los santos, es
muy
útil; éstos son
protectore~seglilros.,
'Y
amigos
sobre
quie¡
nes·po'demos contar seguramente.
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