DE CUARESMA.
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2
Nunca ores que no sea con un profundo respeto
y
una postura de cuerpo que convenga áJa oracion.
Nu~ca
ores, ni reces con precipitacion: la precipitacion siempre
es
irreligio~a;
mas vale hacer menos oraciones,
y
hacerlas
como conviene. Apártate de todo lo que te puede distraer
cuando oras. Cuando orares, dice el Salvador, entra en tu
cuarto,
y
cerrando la puerta, ora en secreto
á
tu Padre,
y
tu Padre te recompensará.
Matth.
6.
PRIMER VIERNES
Ji)E CUARESMA.
Que tambien se llama feria sexta de las cuatro
Témporas.
rf
odos los oficios de Cuaresma se dirigen
á
inspirarnos
una gran compuncion de corazon, una viva confianza en
la misericordi a de Dios,
y
á
enseñarnos
á
orar con
hu–
mildad, con fervor
y
con perseverancia. El introito de la
misa de este día es una
breve
oracion que encierra todos
estos moti
vos,
y
que debería sernos frecuente. Está toma–
dá
del
salmo
24,
el cual es una oracion de las mas
devp–
tas
y
mas propias que se pueden hacer
á
Dios
~ra
al–
canzar el perdon de los pecados:
Señor,
dice el Profeta,
no aguardeis mas tiempo
á
librarme de mis penas; ,conside–
rad mi abatimie11to ,y los males que padezco: haced que
á
lo
menos puedayo con éllos satisfaceros por los pecados .que
he cornetido.
Es verisírnil que este salmo fue cqmpuesto
mientras la rebelion de Absalon , como se dixo. El es u-na
afectuosa oracion de un hombre afligido
y
oprimido
de
la
tristeza, con el .corazon quebrantado de dolor, y que re–
curre
á
Dios lleno de confianza en su misericordia.
La epístola de la misa es una continuac ion de la del
dia antecedente. El profeta Ezequiel nos repite la misma
verdad; es
á
saber, que cada uno pagará la culpa de su
pecado,
y
que ninguno será castigado por ótro,
.A1,ima,
qute peccaverit ,)psa morietur.
El
~j~
no llevará la ini-
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