Table of Contents Table of Contents
Previous Page  343 / 396 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 343 / 396 Next Page
Page Background

DE CUARESMA.

PUNTO SEGUNDO.

Considera como la recaída en el pecado, no solo es

un motivo de creer que la conversion no ha sido buena: es

tambien·un motivo de temer que quizá no se convertirá ja–

más el que recae en el pecado.

A

penas se ha detestado el

pecado, apenas ·se ha confesado, apenas se ha hecho pro–

pósito de nunca mas cometerle cuando se vuelve

á

cometer;

señal evidente que el dolof

ha

sido fingido, el propósito

ineficaz, la reconciliacion falsa, la penitencia nula;

y

si

ha sido verdadera ,

y

sin embargo ha sido tan cobar9e

el penitente, que ha vuelto

á

caer, hay motivo de temer,

que ha caído para no levantarse jamás. Porque, como di–

ce el Salvadon, el demonio no entra · en la plaza de don–

de babia sido arrojado sino con nuevas fuerzas, sino pa–

ra estar en estado de hacer una resistencia mas vigoro–

sa:

Toma consigo otros siete espíritus peores que él.

Es–

mucho mas solícito

y

mas vigilante despues de haber

reconquistado el puesto, que antes de haberle perdido:

ha aprendido ·por experiencia por dónde puede la gracia

tener entrada; no se descuida, en cuanto le es posible,

de cerrar las avenidas,

y

de hacerse fuerte en los para–

ges que ha reconocido mas débiles; en fin, es cierto que

emplea todas sus fuerzas

y

todo sus ardides para evitar

la confusion

de,

una segunda expulsion, para embarazar la

conversion: todo el mundo sabe, que la vue· a de las

enfermedades es muy peli grosa , y que ordinariamen te es

mortal, porque la naturaleza debilitada por los primeros

estragos del mal, tiene menos fuerza para sostener un se–

gundo asalto, y para ayudar al arte de los médicos,

el

que nada puede sin élla. Lo mismo sucede con los peca–

dos que se reiteran: con dificultad se levanta de éllos el

pecador; la recaida le conduce por sus pasos contados

á

la impenitencia final. Por la recaida, la inclinacion natu–

ral que tienes al mal se aumen ta mas en

ti

de lo que qui–

zá pudiera haberse aumentado l'ºr ciento,

y

por mil ac.

tos repetidos antes de tu penitencia. Para recaer en el mis–

mo pecado dcspues de una conversion verdadera, ha sido

pre isoque ufocaras todas las luces que te habian apartado

del mal , todas las gracias que babias recibido , todos los