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DE CUA

RESMA.

335

do oir los judíos. Viendo esta muger que el Salvador .no

la oía, se adelanta, y se va

á

arrojar á sus pies, suplicán–

dole con clamores

y

lágrimas, que no la niegue la gracia

que le pide. Aunque parece que la respuesta de Jesucristo

fue demasiado áspera, no dexaba de complacerse al ver

una tan generosa perseverancia. Aguarda , la dice el Sal–

vador,

á

que los hijos de casa estén plenamente sacia–

dos: los extrangeros no han de ser preferidos á los domés–

ticos: no es jusro tomar el pan de los hijos,

y

echarle á

los perros; los judíos se servían ordinariamente de este

término cuando hablaban de los gentiles. Tomando esta

muger la comparacion_,

y

valiéndose de élla,

respond~:

Está muy bien, Señor: no hay cosa mas razonable que lo

que vos decís: vengo bien en que me pongais en

tl

nú–

mero de los peiros; pero en esta calidad · tengo derecho,

por lo menos de vivir de las migajas que caen de

Ja

mesa

de sus dueños. No pudo el Salvador disimular por mas

tiempo la satisfaccion que le causaba una fe tan

viv~,

y

así exclamó: ¡O muger, grande es

tu

fe: tus palabras

y

tu

pe rseverancia lo prueban abundantemente! Vé,

y

cúmpla–

se lo que deseas. Las palabras del Salvador fueron tan efi–

caces, que el maligno espíritu salió en aquel mismo ins–

tan te del cuerpo de su hija;

y

san Marcos añade, que

habiendo vuelto la madre

á

casa, la encontró en la cama

tan tranquila como si jamás hubiera estado poseída del

demonio.

La oracion de la misa de este dia e.r la siguiente.

Devotionem populi tui, qu12su-

Señor , mirad con benignidad

la

mus, Domine, benignus inten-

devocion de vuestro pueblo; para

de; ut·,

qui

per abstinentiarn

que los que mortifican su cuerpo

macerantur in corpore

,

per

por la abstinencia, sean alimenta–

fructum boni operfr reficiantur

dos en el espíritu por el fruto de

in mente: Per Dominum no1-

las buenas obras: Por nuestra Se-

trum...

ñor Jesucristo.-

La

epl1tola

er-

del capitula

18.

del profeta Ezequiel.

In

diebu1

iliJ.

~

Factu1 ut ser-

En

aquellos días: Me habló el

mo Domini ad. me, dicens: quid

Señor, · diciendo: ¿Por qué móti–

est"4uod inter vos parabolam

vo habeis convertido entre vos·