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JUEVES PRIMERO
ses que adoran los gentiles, no son otra cosa que unos
demonios; pero que el Dios que nosotros adoramos, es el
que ha criado los cielos, el solo soberano Criador, Señor
absoluto , todopoderoso, el principio de todos los bienes
y
de todas las gracias; pero las divinidades paganas solo
subsisten en la imaginacion de los· que las adoran; no tie–
nen otr
resplandor, otra gloria ni otro poder, que el que
les quieren atribuir lo pueblos que as adoran. Este sal–
mo es una parte del que David compuso para cantarse en
la traslacion del arca al monte Sion. El santo Rey exhorta
en él á los judíos á alabar
á
Dios,
y
á
los gentiles
á
que le
vengan
á
adorar en el nuevo tabernáculo. Este nuevo ta..
bernáculo era figura dé la Iglesia, cuyo establecimiento
se anuncia aquí, como tambien el reyno de Jesucristo.
La epístola de la misa de este día es una profecía de
las de m1yor consuelo, y cuyo cumplimiento estamos
viendo despues de la muerte de Jesucristo. Había entre
los judíos un antiguo proverbio, que · decía: Los padres
comieron los agraces, y los
hijos
padecieron dentera. Es–
t~
proverbio se fundaba sobre lo que dice Moyses en el
Exódo
y
en el Deuteronomio, que
Dios
venga la iniquidad
de los padres en los hijos hasta la tercera
y
cuarta genera–
cion. Aquellos á quienes hablaba el profeta Ezequiel, ex–
perimentaban la verdad de este proverbio. Estaban cauti–
vos en _castigo de los pecados
y
abominaciones de sus pre–
decesore~;
de un
A
cáb , de un Manasés, y de tantos otros
malos jnJíos, que habían vivido baxo de estos prínci–
pés impíos. Queriendo Dios consolará aquel afligid.o pue–
blo, manda á su Profeta les diga que este proverbio no
tendrá siempre lugar,
y
que en lo venidero no tend rán mo–
tivo de servirse de él; que cada uno llevará la pena de su
pecado,
y
que
á
la vuelta de la cautividad se borrarán
las antiguas iniquidades: que el pecado del padre no re–
caerá mas sobre el hijo,
y
que el hijo no será castigado
por la iniquidad del padre. Lo que el Profeta anunciaba
á
los judíos se entendía literalmente de la cautividad en que
gemían; mas no debía cumplirse perfectamente sino en
la nueva alianza,
y
baxo el reynado del Salvador. Jesu–
cristo vino
á
salvará todos los hombres, así judíos como
gentiles, sin aceptacion de personas, sin respeto á las cul–
pas pasadas: dió su vida
y
su sangre generalmente por to-