![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0345.jpg)
DE CUARESMA.
331
nunca mas temor
á
las malas viandas y al mal ayre; nun–
ca mas fidelidad en guardar un régimen de vida, aunque
sea riguroso, Acuérdate que el demonio nunca pone tan–
tos lazos como cuando acabamos de salir de sus cadenas;
y
que si no observas una extrema vigilancia, volverás
á
caer bien presto en
~us
manos. Tu caida te ha enseñado
de qué eres capaz; ya ves cuán flaco eres en las ocasiones,
el poder que el mundo y as compañías tienen sobre tuco .
razon y tu espíritu, el peligro que hay en los espectácu–
los, en esas conversaciones, en el juego, en
la
mesa, en
esas diversiones, en esas visitas; huye de todos esos Re-
ligros, si no quieres perecer.
\
2
Recurre
á
menudo
á
Dios con una entera confian–
za, confiésate con frecuencia, hazte familiar la comunion,
y siempre coíllun nuevo fervor. Di
á
menudo
á
Dios con
los apóstoles, especialmente al tiempo de la tentacion:
Domine, salva nos, perimus:
Señor, yo soy perdido si vos
no me socorreis: Señor, dedicáos á socorrerme; daos prisa,
Señor, á ayudarme. Renueva todas las mañanas el pr'bpó–
sito que hubieres hecho en
tu
última confesion de no co–
meter jamás ese pecado. Piensa á menudo, que
la
recaída
sería tal vez la causa de tu reprobacion.
Si
adviertes que
vuelve la tentacion , recurre á la oracion; conversa con
tu confe or, manifiéstale
el
peligro, y hallarás nuevas
fuerzas en este socorro. Dile á Dios: Señor, yo he dexa–
do el pecado, mas todavía me restan las pasiones, y re–
conozco ya que este primer ardor se va entibia• o; con–
servad vuestra obra, y no permitaís que yo sea vencido.
JUEVES PRIMERO
DE CUARESMA.
E1
introito
~e
la misa de este dia es del versículo
6
del
salmo 95:
La gloria
y
la magestad están siempre al rede–
dor de él ; la santidad
,Y
la {!randeza se dan
á
conocer en
su tabernáculo.
El Profeta habla aqu í del verdadero Dios:
babia dicho en el versículo antecedente, que todos lo dio-