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DE CUARESMA.
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prendidos que deben estar de la carne
y
de la sangre,
y
que los afectos humanos no deben jamas tener parte en
las funciones de su ministerio,
ni
desviarlos de éllas un
solo
momento~
La oracion de la misa ;le este día es la siguiente.
Prece.s.nostrar, qu1esumus, Do-
Tened
f
Sefior,
á
bien oir nues–
mine, clementer exaudi:
et
con-
tras oraciones,
y
extended el bra–
tra cuneta nobis adversantia,
zo de vuestra magestad, para apar–
dexteram
tuie
majestatis exten-
tar de nosotros todo lo que pueda
de: Per Dominum nostrum Je-
dañarnos : Por nuestro Señor. Jesu-
1um Christum...
cristo...
· : '.
't'á
epfr ola primera
e1
del libro
2
4 .
del Exódo.
In
diebus illis: Dixit Domi–
nur ad Moysen : Accende
ad
me in montem, et esto ibi
:
da–
boque tibi tabulas Japideas, et
lagem a<mandqta qu12 scripri,
ut doceas filior Israel. Surre
-
xerunt Moyres, et Josue,
mi–
nister ejtu: ascendensque Moy–
ses
in
montem D ei, senioribus
ait: Expectate hic donec rever–
tamur ad vor. Habetis Aaron
et Hur
vo~iscum
:
si quid na–
tum fuer it questionit, referetis
ad
eor. Cumr¡ue ascendisset
Moyres, operuit nubes montem,
et habitabit gloria Domini su–
per Sinai, tegenr illum nube
sex diebus: septimo autem die
vocavit eum de medio caliginis.
E rat autem sp'ecies glori12 Do–
mini, qua si ignis arilenr super
v erticem montis, in conspectu
filio rum
I
rrae1.
I
ngreuusque
Moyses in medium nebulie, ac–
cendit in montem
:
et
ftsit
1
ibi
quadraginta <liebus, et quadra·
gint 11octibu1.
Tom.
l .
En
aquell,9s días ldixo el Señor
á Moyses: Sube
á
mí en el mol)te,
y estate allí; y te daré las t?.blas de
piedra, y la ley, y los mandamien–
tos que yo escribí, para que los en–
señes. Levantáronse Moyses ,
y
Jo–
sue, su ministro; y subiendo Moy–
ses al monte de Dios, dixo
á
losan–
cianos: Esperad aquí hasta que ror–
nemos
á
vosotros. Teneis en vues- .
tra compañía
á
Aaron, y
~.
ur: si
se suscitase alguna contienda recu–
rriréis
á
éllos. Y habiendo subido
Moyses, una nube cubrió el monte,
y
la gloria del Señor se puso sobre
el Sinaí, cubriéndole con una nube
por espacio de seis dias: al séptimo
dia, pues, le llamó Dios desde en
medio de Ja obscu ridad. Aparecía la
gloria del Señor como fuego que
ardió sobre la cima del monte
á
la
vista de los hijos de Israel. Y ha–
biendo entrado Moyses en medio de
la niebla, subió al monte,
y
estnvo
allí cuarenta
dias,
y cuarenta no–
ches.
X
j