Table of Contents Table of Contents
Previous Page  330 / 396 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 330 / 396 Next Page
Page Background

'

3ló

MIERCOLES PRIMERO·

verosímil,

que

fue compuesto mientras

la

rebelion

de Ab–

salon. David implora la ayuda de Dios en su afliccion;

y

considerando sus males como justas·penas de sus pecados,

entra en grandes sentimientos de penitencia• .Nosotros po–

derpos aplicarnos este salmo en todas nuestras aflicciones;

pero particularmente cuando nos vemos

com~atidos,

en–

tónces debemos decir con

Dav.id

~

Yq,

Señor, levanto

há–

cia vos mi corazon; pongo en vos, Dios mio, mi confian–

za. Haced que no .expenmente la vergüenza de verme

abandonado de vos.

Se leen siempre dos,epístolas en la misa de los miercp–

les de las cuatro

témpo~as.

Las dos de la misa de ,este dia

nos presentan dos figuras del ayuno que Jesucristo prac–

ticó en su retiro del desierto despues de su bautismo,

y

hacen ver que el haber instituido la Iglesis la Cuaresma·

para honrar

y

representar de algun modo aquella cuaren–

tena- misteriosa 'del divino Salvador , puede estar autori-

-zado por la ley

y

los profetas, como lo está por e evan-

l

·f'

.

' .

ge

10.

. ,.. ....

, . -- ;

. ,

La primera epístola la ha tomadó''fü Igl'esia del

~xodo.

Habiendo Moyses leido al pueblo las leyes de Dios,

y

las

condiciones con que se había dignado Dios hacer alianza

con su pm;blo , tuvo órden de subi r solo segunda vez

á

lo alto del monte Sinaí para re.c!bir la ley

y

los manda–

mientos que Dios había grabado en dos tablas de piedra.

Apénas hubo llegado á la cumbre, cuando qued6 por es–

pacio

d~eis

dias envuelto en una nube resplandecien te

que le cubria, y formaba un golpe de lu'z, donde residía

la gloria del Señor : era como un fuego encendido en lo

mas alto del monte que se levantaba hácia el cielo ,

y

dexa

1

ha.ver de toaos

~os israe~i~as. ~ra

me_nester alguna co–

sa sensible que moviese

é

hiciese 1mpres1on en un pueblo ·

tan grosero. Moyses atravesó la

nub~

para ir adonde

Dios

le llamaba. Permaneció allí cuarenta días

y

cuaren ta no–

ches sin comer ni beber , pasando todo este tiempo en

aquellas íntimas conversaciones con Dios

t

que de un sim..

ple pastor le hicieron un tan santo ·Ytan esclarecido legis–

lador; tanta fuerza tienen el ayuno

y

la oracion para ha-

cer que Dios se comunique

á

las almas.

.

-

En la segunda epístola de la misa de este dia se lee,

que el profeta Elías, aterrado con las amenazas que

J~ -