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DE CUARESMA.
su estado , y
á
su regla! Estas son las tentaciones mas tle
temer,
y
las que sin embargo se temeri menos; por eso se
pierden tantas almas.
,
~
Dadme, Señor, esta saludable desconfianza de mi espí–
ritu, de mi corazon, y de mi amor propio: cuanto la ten·
tacion es. mas sutíl , artificiosa y delicada, tanto mas re–
suelto estoy, mediante vuestra gracia,á velar, temer
y
orar,
JA C U LA T O RIA S..
In te eripiar
a
tentatione, et in D eo meo transgrediar
m~-
rum.
Salm.
17.
. \
Espero, Señor, que con el socorro de vuestr_a gracia he
de evitar tantos riesgos;
y
apoyado en vu.@s.tra asis ten–
cia , no hay .f1Ufallas que yo no fuerze.· •.. .
Fac mecurn signum in bonum, ttt videant qui oderunt me,
et confundantur
,
quoniam tu
,
Domine
,
adjuvisti me.
Salm. 85.
Dad Señor, una p,rueba visible de vuestra bondad
~a ra
•
1
•
•
conmigo, para que mis enemi gos vean que me soco-
rreis,
y
queden cubiertos de confusion.
P RO
p ·o
S I TO S.
1
No atribuyamos siempre al demonio nuestras cai–
das , por grande que sea su malicia : el que seamos ven–
cidos en las tentaciones
1
no es siempre su ob..ri;}
sotros
nos ten tamos á nosotros mi smos
á
menudo"· as peligro-;–
samente,
y
con mas malignidad de lo que él lo baria .
iA
qué fin emplear sus armas contra unas gentes que <l;limen–
tan en su fondo el contagio, que debe hacerlas perecer,
y
que son mas industriosas en emponzoñarse , que él mis–
mo lo es en perderlas?
i
Qué necesidad tiene de encender
un fuego, que nunca está apagado, que se apresuran por
alimentarle,
y
,que arde sin cesar? Se corre á los espectá–
culos : el teatro , las conversaciones escandalo. as , las jun–
tas donde reyna el vicio sin disfraz, los sitios de place–
res mas licenciosos , hacen el dia de hoy la mas séria ocu–
pacion de las·gentes del mundo. La profan idad despliegq.
todos los días lo que tiene de mas pernicioso ; nos aver–
gonzamos casi del nombre de cristianos;
y
despues de es-