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PRIMER DOMINGO

l e, ne / Grte .ojfeniar ad lapidem

pedem tuum. Ait illi Jesus: Rur–

sum scriptum est: Non tentabis

Dominum Deum tuum. lterum

assumpsit eum diabolus in mon–

tem excelsum valde; et oster;dit

ei omnia regna mundi

,

e glo–

riam eorum

,

et dixit ei

:

H iec

omnia tibi daba, si cadeni ado–

raveris me. Tune dicit ei Jesus

:

Vade, Satana

:

Scriptum est e–

nim

:

Dominum Deum tuum ado–

rabis, et

itli

solí servies. Tune

reliquit eum diabolus

:

et ecce

angeli acceuerunt

,

et miniltra–

bant

ei.

tendrán con las manos, para que

tu pie no encuentre con la piedra.

Díxole Jesus: Tambien está escri–

to : No tentarás á. tu Señor y

tu

Dios. Otra vez le llevó el diablo

á.

un monte. muy alto, y le enseñó

todos los reynos del mundo, y su

esplendor> y le dixo : Todo esto

te

d·aré con condicion de que te pos–

tres

y

me adores. Entonces le dixo

Jesu.s: Vete de ahí, Satanas: por–

que escrito está: Adorarás al Señor

tu Dios ,

:y

á él solo servirás. En–

tonces le dexó el diablo, y he aquí

que se llegaron los áll¡eles

y

le

servían.

M E D I T A

C I

O N.

Sobre las tentaciones.

P

U N

T

O P R I M E

RO.

Considera como toda tu vida es una .contínua guerra

con tus enemigos, tanto mas temibles, cuanto todos sus

tiros no tienen otro blanco que nuestra salvacion ,

y

cuan–

to tienen mas inteligencias en la plaza. Estos enemigos

son li

·,~P.,,

dulces, halagüeños

y

astutos: son casi to–

dos domés rt1os , inclinaciones viciosas' natural poco feliz,

pasiones nacidas con nosotros, amor violento del deleyte,

codicia, concupiscencia, un corazon corrompido, que des–

lumbra continuamente al espíritu; sentidos sobornados, que

arrastran fácilmente el corazon; objetos que tientan , exem–

plos que autorizan al vido,

y

que favorece tanto las incli–

naciones,

i

despues de esto, nos admirarémos,

nos so

rpren–

derémos de que durante la vida todo es riesgo, to.do es ten–

tacion, todo es

lazos~

El demonio, que ha jurado nuestra

pérdida, nunca duerme, ni menos se cansa; no presenta

sino placeres, solo pide el consentimiento; no nos ataca

sino por los

pa~ges

rpas débiles; nuestra resistencia no le

ahuyenta ; solicita, insta, aprieta;

y

como está de inteli–

gencia con el corazon, ·con el amor propio

y

los sentidQs

"