![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0306.jpg)
LUNES PRIMERO
ré
todas las gentes'
y
las llevaré al valle de Josafat,
y
allí disputaré con éllas.
Los Setenta leen
al valle del jui–
cio.
El benerable Beda pone este valle encre Jerusalen y el
monte Olivete.
Allí
en el silencio prof.undo
y
en la cons–
ternacion de todos los hombres, el Rey de los reyes, el
soberano Juez dirá á los que estarán á su derecha:
Ve–
nid,
benditos de
mi
Padre,
á
poseer el reyno
que
ha sido
preparado para vosotros desde
la
creacion del mundo.
¡
Qué gozo , dice san Cris6stomo, qué consuelo , qué hon–
ra la de estas
pal~bras
para aquellos con quienes habla·
rán! Jesucristo no les dice: Recibir el reyno, sino po·
seedle, como vuestra herencia, como un bien que es vues–
tro, que habeis recibido de vuestro padre ,
y
que os es
debido de todo tiempo; porque yo le preparé para vos–
otros aun antes que estuviéseis en el mllpdo; porque yo
sabia desde la eternidad que vosotros seríais lo que sois;
y
porque siendo fieles
á
la gracia, habeis tenido la ca–
ridad.
Porque tuve hambre, y vosotros me dísteis de co–
mér.
Como si Jesucristo dixera, dice san Agustin : Vos–
otros sois deudores á la Justicia divina, porque habeis pe–
cado; sin embargo entrad en mi reyno; yo
u~o
con vos–
otros de misericordia, porque tuve hambre, y me dís–
teis de comer. No os abro el cielo por no haber peca–
do, sino porque habeis rescatado vuestros pecados con
vuestras limosnas. En vano es acusado por sus pecados,
dice san Pedro Crisólogo, el que es excusado por el po–
bre;
~al
pobre, hace de su juez su deudor. Despues
dirigiéndose
á
los que estarán á su izquierda, les dirá :
Apartáos, malditos, apartáos de
mi,
id al
fuego
eterno,
que habia
sido
preparado para
el
demonio
y
sus ángeles.
Como si Jesucristo dixera, dice san Crisóstomo: No
soy
quien os ha preparado esos fuegos. Yo babia dispuesto pa–
ra vosotros un reyno; esas llamas no se habían prepara–
do sino para los demonios. Echáos
á
vosotros solos la
culpa de vuestra infelicidad, vosotros os babeis precipi ·
tado voluntariamente en esos abismos. A vista de esto,
i
quién tendrá por muy largos los ayunos de la Cuares–
ma,
y
por muy duro e1 rigor de la
penitencia~
Id al
fi1e–
go eterno, que se preparó para el demonio
y
sus ángeles.
Notad, que no dice del suplicio eterno, como dice de la
recompensa eterna,
qµe
ha
sid~
preparado para vosotros