DE CUARESMA.
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"de
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años antes de Jesucristo. Ninguna cosa mas cla–
" ra que sus profecías por lo que mira
á
la ruina de Je–
" rusalen,
á
la cautividad de Babilonia,
á
la vuelta de esta
"cautividad,
á
la reedifrcacion del te!114JIO,
á
la venida
"del Mesías, al establecimiento de la Iglesia de Jesucris -
"to,
y
á
la vocacion de los gentiles, aunque algunas de
,,
sus otras profecías son mu
y
obscuras.,,
RE F LE XI O N E S.
To mismo apacentaré mis ovejas, buscaré
á
las que se ha–
hian perdido, levantaré
á
las que hablan caído, vendari
las llagas de las que estaban heridas, &c. l
Podía el Pro-
' Íeta hacer un retrato mas parecido,
y
que se semejara
. mas
á
Jesucristo, que es el verdadero,
y
el único pastor
bueno?
l
Toda eS\:a epístola no es una pintura la mas pro–
pia
y
ajustada de este pastor bueno? ¡Qué cuidados no
se toma para volver las ovejas que se habian descarria–
do en los días de nublado
y
de obscuridad! Nuestro o–
razon es un fondo, donde se forman,
y
de donde nacen
bastantes borrascas; nuestras pasiones son causa de bas-
tantes nublados. El alma está ordinariamente en la obscu–
ridad; basta una pasion dominante para obscurecerlo to–
do. En · estas tinieblas, ¡cuántos falsos pasos, cuántos
falsos caminos! La pasion, sea la que fuere, lleva siem-'
pre mas lejos de lo que se quería ir: la noche embara–
za el que se vea cuán grande es el extravío.
E ~.
exce–
sos de destemplanza, esos monstruos de irrer ' ' on
y
de
impiedad, esas rebeliones manifiestas contra la reli–
gion , ese endurecimiento obstinado en el error , esas de–
testables heregías, que han asolado el rebaño, que han
arruinado los reynos mas florecientes, y que hacen gemir
todavía á la Iglesia, todos esos horrendos desórdenes en
materia de religion
y
de costumbres son efecto de cier–
tos falsos pasos que se dieron durante las tinieblas. No
se advirtió este·horrible extravío sino
á
la punta del dia:
se c1mina mucho cuando se anda sin parar toda la
no–
ch ~ :
se salta
y
se·atropella por malezas, por fosos , por
arroyos, cuando se está fuera del camino derecho, y se
anda entre tinieblas. La débil vislumbre de las estrellas,
el dia mismo no vuelve al camino al que está fuera de
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