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DE
CUARESMA.
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abandonado al furor de las olas
y
de los vientos;
ó
á
lo
menos que dormia durante la mas recia tempestad:
Con–
fidite
,
nolite timere
:
Confiad, estad seguros, no temais;
las puertas del infierno no prevalecerán jamas contra élla.
En efecto, todos estos vientos impetuosos se han desvane–
cido; todos estos nublados se han deshecho, se han disipa–
do. Las sectas heréticas
ó
cismáticas se levantaron todas
con grande estruendo,
se
derramaron como torrentes; pe–
ro despues de un número de dias se han destruido,
sin
que la Iglesia de Jesucris to haya recibido la menor lesion.
No ha habido una secta, que no haya sido enemiga de la
santa Sede; porque el Vaticano es el sitio de donde salen
los rayos contra todos los errores.
i
Pero qué han produ'–
cido
despues
de
diez
y
ocho siglos tantos partidos
y
tan–
tos
errores~
L
Iglesia nada ha perdido de su primer lus–
tre. La misma verdad en sus dogmas tiene hoy que tuvo
siempre, la misma pureza en su moral, la misma santi–
dad en sus prácticas, la misma continuacion en su uni,9ad,
la misma invariabilidad en sµ fe, · la misma integrida¿} en
su doctrina. Tantos enemigos no han hecho
ni
harán otra
cdsa que· hacer mas patente su infalibilidad. Jesucristo ha
jurado solemnemente defenderla : t.antas victorias conse–
guidas sobre todo el infierno prueban invenciblemente su
santidad, su unidad,
su
universalidad;
y
I)O
sirven sino
de hacer mas glorioso su triunfo.
Gracias infinicas
os
sean dadas, Señor,
mr.
berme
puesto dentro de vuestra lglesia, de esta na ·.:o/
1
· '
Ja cual
y
fuera de la cual nadie puede llegar al pu' 'rto de la sal–
vacion. Yo protexto, Señor, que quiero
morir
y
vivir vt::r–
dadero hjjo de esta sola verdadera lglesia. Detesto todas
las sectas rebeldes al papa, vicario vuest ro en la tierra;
estoy persuadido,
y
creo firmemente que fuera de la san–
ta lglesia
católica apostólica romana
no
puede haber sal·
vacio~
·
JA CULATO RIA S.
Domine _, ad
qu~m
ibimus
~
verba vitte teternte
ha/Jes.
S. Joann. 6.
Señor,
¿
á
quén irémos
~
V
os teneis palabras de vida ete;na;
pero no habla1s sino dentro
de
esta
verdadera lgles1a.