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PRIMER S_ÁBADO

regiontm illam

,

cozperunt in

traer de aquí y de. allí los enfer–

grabatis eos

,

qui se male

ha-

mos , llevándolos por rodeos adon–

bebant

,

circumferre

,

ubi au-

de sabian que estaba. Y adonde quie–

diebant eum esse.

Et

quocum-

raque llegaba, fuesen aldeas , villas,

que introibat

,

in vicos, ve/ in

ó

ciudades, sacaban los enfermos

á

vitlar, aut civitates, in

pla-

las plazas, y le rogaban les permi–

teis ponebant infirmo.r, et de-

tiese tocar siquiera la orla de su tú–

precabantur eum

ut,

vel

fim-·

nica;

y

todos cuantos le tocaban eran

briam vertimmti ejus _tange-

salvos.

rent

:

et

quotquot

tangebant

eum salvi fiebant.

MEDIT ACION.

Sobre las persecuciones

,

y

tempestades que han

agitado

á

la Iglesia en todos lolzsiglos.

.

PUNTO PRIMERO.

c(\tlSidera como una de las pruebas mas sensibles , mas

de bulto,

y

mas convincentes de la ver,dad, de la bondad

y

de la divinidad de nuestra religion son las persecuciones,

y

el número

y

calidad de los enemigos, las olas, las bo–

rrascas

y

las furiosas tempestades que han agitado á la Igie–

u:a

desde su nacimiento, sin que la Iglesia se haya su–

mergido, sin que haya envejecido, sin que haya _perdido

nada de su santidad, de la pureza de su

fe,

de su primer lus·

tre , de

.

,.;r~ccion

de su moral. Apénas era nacida cuan–

do toda la • }on judía se sublevó para sufocarla en su

cuna: aún no

~nia

por discípulos sino

á

doce pobres pes·

cadores, sin n ·cimiento, sin nombre, sin estudio, sin al–

gun apoyo humano: aún no tenia esta Iglesia sino un pu·

ñado de fieles, todos simples, grose ros, á quienes el evan–

gelio hacia todavía cada dia mas pobres, cuando los gran–

des del mundo, los sabios de la Grecia, los emperadores,

los gobernadores de todas las provincias

y

todo el uni-

- verso se conjuráron contra éUa albor'otados por la incom–

prensibilidad de sus dogmas, espantados de la pureza, de

la santidad

y

de la austeridad de su moral: indignados á

vista de la fl aqeza , simplicidad

y

pobreza de estos

nuevos predicadores

y

de estos doctores. de una reli–

_gion tan pasmosa , iqué no

hicieron~

z

de qué medios